El profesor y científico de la Universidad de Colorado (Estados Unidos) José Luis Jiménez, especialista mundial en transmisión por aerosoles, ha advertido sobre una falta en la que están incurriendo ciertos caballeros al momento de utilizar la mascarilla. El científico ha señalado que es determinante no quitarse la mascarilla en sitios cerrados y no hablar nunca sin ella, por cuanto cuando se habla emanamos 10 veces más fluidos que cuando respiramos.

Sin embargo, es práctica común en muchos países quitarse la mascarilla y ponérsela de “corbata” para conversar, estornudar o toser.

También a muchas personas les molesta para respirar, pues no han logrado adaptarse a ella. Lo que agrava la situación es el hecho de que tocan la mascarilla sin lavarse las manos o ponerse actibacterial.

Barba y mascarilla no van de la mano

Asimismo, ha destacado lo importante de ajustar correctamente la mascarilla al rostro, en vista de que “un hueco del dos por ciento le resta la mitad de su capacidad de filtrado”. En atención a esto, y a imágenes de hombres que ve por televisión y videos en España, sentencia que el empleo de la mascarilla con el uso de barba es contraproducente.

Al respecto ha señalado “Lo siento, pero los hombres deben afeitarse”. El especialista sancionó que la mayor parte de las personas en España y muchos países usan la mascarilla “muy mal” y explicó: “Esto quiere decir que la ajustan mal.

Existen hendiduras en la nariz, a los lados y por allí puede el virus infiltrarse”.

Adecuado ajuste de la mascarilla al rostro

El experto enfatizó sobre el error durante una entrevista concedida para el medio 13TV. En el estudio se proyectaban unas imágenes y al respecto señaló “ese hombre en pantalla tiene la mascarilla mal ajustada, con espacios y por allí y le está entrando el aire.

Eso se ve mucho”. Comenta que no es igual una mascarilla para evitar un proyectil, o resguardarse de los impactos de una soldadura, que sería una especie de parapeto; que una mascarilla para protegerse del humo, está debe tener un ajuste mayor para aumentar su seguridad.

El científico destacó en la entrevista que: “la mascarilla no es un talismán” por cuanto ella sola no es suficiente para evitar el contagio, hay que agregarle mantener el distanciamiento entre personas, disminuir el tiempo de contacto, realizar las actividades a campo abierto y reducir el tiempo que se alterne con personas en espacios cerrados.

Finalmente, el especialista advierte que la mejor manera de contagiarse es hablar cerca de las personas sin mascarilla, tanto en sitios cerrados como al aire libre, de acuerdo a los estudios que se han aplicado al respecto.