El país viene soportando una fuerte segunda ola que está llenando nuevamente hospitales y se vienen cerrando ciudades y aplicando confinamientos. Aranda del Duero, en Burgos, superó los casos por 100.000 habitantes en 14 días, y los más de 32.000 vecinos deberán soportar un nuevo aislamiento perimetral.

Mientras a nivel global los casos de contagios de coronavirus están rozando los casi 40 millones (39,9 millones) y superó el millón de víctimas según los últimos datos de la Universidad Johns Hopkins, España está fuertemente golpeada. En el ranking continúa a la cabeza tanto en positivos como en muertes Estados Unidos, pero España se encuentra en el séptimo lugar en ambas estadísticas del negro top ten.

Castilla y León puso en confinamiento a la capital burgueña

Esta mañana del lunes 19 de octubre, la Consejería de Sanidad publicó en el Boletín Oficial de Castilla y León la orden de aplicar medidas de confinamiento a Aranda del Duero ante la situación epidemiológica de las localidades por padecer ‘transmisión comunitaria’ de COVID-19. Es la cuarta ciudad junto a Salamanca, Palencia y León en la misma situación.

La disposición de la orden establece la toma de medidas de prevención que restringen la circulación y la movilidad de los ciudadanos a la vez que todo tipo de actividades que favorezcan el contacto social y la propagación del Coronavirus. La Consejería dispuso que el confinamiento comenzará a regir a las 00.00 horas del martes 20 de octubre y su plazo de vigencia se estableció con un plazo de hasta el 2 de noviembre inclusive, es decir dos semanas.

Son dos semanas de circulación y aforo reducido

Salvo ingresos y salidas debidamente justificados, nadie podrá desplazarse en Aranda del Duero, Burgos. Los justificativos para movilizarse dentro del confinamiento contemplan la asistencia a servicios sanitarios, obligaciones laborales, educativos, cuidados de adultos mayores y residencias (en este caso, están suspendidas las visitas sociales y familiares), personas con discapacidades, tramitaciones judiciales o administrativos inaplazables, situaciones de fuerza mayor o retorno a la residencia habitual.

Las personas durante la próxima quincena no podrán consumir en las barras de los restaurantes y tampoco se permitirán actividades las reuniones sociales o familiares de seis o más personas, además de la prohibición de fumar en terrazas al aire libre.

Se desaconseja a la población, la circulación, desplazamiento y realizar actividades no imprescindibles, pero dentro de la ciudad está permitida la movilidad, siempre respetando las medidas de distancia social, protección individual e higiene.

Otras medidas dispuestas en el confinamiento burgueño son: un máximo de 15 personas en velatorios y entierros, los servicios abiertos al público (restaurantes o cualquier tipo comercio) no pueden superar el 50 % del aforo permitido, sólo podrán atender después de las 22 horas los esenciales, como farmacias, venta de combustible, médicos o veterinarios.

Se apela a la responsabilidad social, pero el incumplimiento será sancionable

El “Plan Territorial de Protección Civil de Castilla y León” que dispuso el confinamiento de Aranda del Duero estará bajo el control y vigilancia de las autoridades autonómicas, locales y estatales.

Pero se insta a los habitantes a colaborar en el cumplimiento de las normas y apela a la responsabilidad social. No obstante, el incumplimiento se considerará una infracción administrativa sancionable a la luz del Decreto-ley 7/2020.

La segunda ola de contagios de coronavirus en el pleno otoño español ya puso a más de mil los territorios nacionales bajo restricciones de cierres perimetrales, confinamientos de diversas características, reducciones de aforo, de reuniones o cierre de hostelería.