Johnson & Johnson detuvo las pruebas de su desarrollo de vacuna para el COVID-19 ante la inesperada enfermedad de un voluntario participante de su programa. La noticia, publicada por algunos medios estadounidenses, fue confirmada por el gigante farmacéutico norteamericano, la conocida multinacional fabricante de medicamentos, artículos médicos, de limpieza y de cuidado personal y de bebés.
La parada de las pruebas del programa llamado ‘Ensable’ se debe a que aún no está en claro el motivo y, según la empresa, no se sabe si la persona acusó una ‘enfermedad inexplicable’ a causa de la inoculación del compuesto experimental o es un hecho particular, dado que todavía no se conoce si la persona tomó un simple placebo.
Sin embargo, la aparición de esta enfermedad llevó a los responsables de la investigación de la vacuna a detener todos los demás ensayos. Pero la farmacéutica no ha dado ninguna explicación sobre la naturaleza de la patología o reacción adversa para proteger la privacidad del voluntario.
Cómo funciona la vacuna de Johnson & Johnson
La vacuna está desarrollada por la farmacéutica belga Janssen, subsidiaria de Johnson & Johnson y se basa en un vector viral no replicante. Es del mismo tipo que la desarrollada por AstraZeneca a través de la inglesa Universidad de Oxford y por Cansino Biologics en China. A diferencia de muchas otras, esta vacuna requiere en la fase final de prueba, una sola administración.
Janssen acaba de llegar a la Fase III de experimentación apenas el 23 de septiembre último y tiene bajo sus estudios 60.000 voluntarios en 215 ubicaciones repartidas en Estados Unidos, México, Perú, Argentina, Brasil, Colombia y Sudáfrica.
Para Johnson & Johnson estos eventos forman parte de los estudios
Johnson & Johnson, con sede en Nueva Brunswick, Nueva Jersey, en su nota informativa explicó que la enfermedad del participante del ‘Ensable’ es evaluada por el comité de monitoreo de datos independiente Data Safety Monitoring Board, por médicos internos y expertos en seguridad y que los eventos adversos, como Enfermedades o accidentes, incluso los graves, forman parte de todos los estudios clínicos, especialmente si son a gran escala.
AstraZeneca ya tuvo su parón por causas similares
El 8 de septiembre pasado, el mundo se conmovió al recibir la noticia de que otro grande suspendió sus estudios de una vacuna contra el Coronavirus. Fue la desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford debido a una reacción adversa en un paciente en el Reino Unido. En ese momento, se informó que el paciente padecía mielitis transversa, un problema de la médula espinal.
Los estudios de la vacuna en las distintas localizaciones se reanudaron aproximadamente una semana después de haberse detenido en el Reino Unido y desde entonces también se han reanudado en otros países. Sin embargo, sigue pendiente en Estados Unidos, donde por disposición de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), todavía se encuentran suspendidos