Greta Thunberg, autoaislada por sospechar que tiene Coronavirus desde el 28 de marzo, quiere aprovechar, en conmemoración del día del Día de la Tierra (22 de abril), para convocar a las asociaciones mundiales contra el cambio climático a una manifestación virtual el 24 de marzo a las 22:00, alentando a la gente a salir a los balcones y pedir una salida de la crisis sanitaria “justa y sostenible”, instando a la sociedad a aprender y reflexionar sobre esta situación, la cual, según la activista, ha puesto de manifiesto que “la seguridad absoluta garantizada por la tecnología era absolutamente falsa”.
Greta Thunberg se autoaísla por sospecha de coronavirus, tras viaje por Europa Central | VIDEO#AltoAlCoronavirus #YoMeQuedoEnCasa https://t.co/thRHwfFjOC
— El Comercio (@elcomercio_peru) March 24, 2020
Marta Bordons, integrante de FFF Sevilla (Future Fridays for Future), dice que "existen medidas factibles hoy en día para responder a la crisis climática, y que no hay que confiar, ni poner en manos de una tecnología inexistente el presente y el futuro de tantas personas y especies”. Tecno-optimismo, lo denomina la sevillana, a esa actitud de confianza en la tecnología, que solo beneficia a la clase privilegiada del capital y el lucro.
Thunberg insta a superar la crisis saninaria de una forma 'justa y sostenible'
La adolescente sueca ha aprovechado la oportunidad, al ver la rápida reacción económica, social y política de gran alcance por parte de los países afectados, para señalar que esto ha puesto de manifiesto, que esas medidas también son posibles para luchar contra el cambio climático.
Según reza el escrito que impulsa la Huelga Mundial por el Clima, "el modelo productivo y de consumo ha demostrado ser inservible, insatisfactorio y desigual para la sociedad occidental y, sobre todo, para los países más pobres, que se encuentran en situación de vulnerabilidad".
El manifiesto, avalado por la IPPC (Integrated Pollution Prevention and Control), asegura que "si no se actúa ya, la situación podría ser irreversible, por lo que la organización ha manifestado que el paro económico puede ser una gran oportunidad para replantearse el tema del cambio climático y reiniciar el sistema".
Bordons sigue esta misma línea, diciendo que el decrecimiento puede ser bueno pues, gracias a la pandemia, podemos ver que “menos es más”, que podemos renunciar a producir y consumir como lo hemos estado haciendo, sin problemas para la sociedad.
El replanteamiento del tipo de sistema en el que vive el mundo
Un ejemplo de los cambios que han ocurrido, a raíz de la pandemia, sería la medida del Gobierno francés en el sector de la movilidad, en el cual se ha incentivado el uso de la bicicleta como vehículo principal (más ecológico), en vez del transporte público.
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Rivera, ha visto con ojos positivos esta medida, pues da un marco para una movilidad distinta y sostenible.
En Wuhan, Milán y Nueva York, el uso de bicis compartidas aumentó un 150%, pero en Madrid, Zaragoza o Barcelona solo se pueden utilizar las bicicletas privadas.
Sin embargo, la huelga no quiere interferir, ni sustraer recursos de la emergencia sanitaria que asola al mundo, recalca el manifiesto. Por eso se utilizarán las redes sociales, haciendo caso del mantra ecologista, el cual dice que "los activistas son solo los altavoces de la comunidad científica".
Aunque cada crisis debe ser tratada como tal, declara Greta, hay muchos dirigentes de países que desoyen “las evidencias científicas” de los expertos sobre la crisis climática y, no solo no ponen soluciones, sino que ni siquiera la tratan como tal a “la evidente crisis climática”.
Según declara Bordons, "todas las crisis son la misma crisis y que justicia climática es justicia social".
A pesar de todo esto, la Cumbre del Clima que se iba a celebrar este otoño será aplazada a 2021 por la pandemia. Esto ha sido recibido con una división de opiniones entre los expertos y los grupos ecologistas.
Laurence Tubiana, directora general de la Fundación Europea del Clima, cree que la decisión es la correcta, pero, a la par, considera que los Gobiernos deben aprovechar este tiempo para “diseñar planes de recuperación y transición resistentes que consideren el clima, la biodiversidad, el desarrollo y la justicia social de manera integrada". Y ningún científico “disidente” podrá impedirlo.
El #cambioclimático puede esperar: la crisis del #coronavirus obliga a aplazar la #COP26https://t.co/yooCdXGTYR
— carlos fresneda (@cfresneda1) April 1, 2020