El coronavirus hasta la fecha no tiene algún tratamiento eficaz. El caso de una vacuna estará disponible hasta dentro de 12 meses como mínimo. Aunque China, España y Estados Unidos se encuentran en la búsqueda de tratamientos con sangre de pacientes ya recuperados, también se encuentran en fase de ensayo algunas posibles vacunas, pero nada definitivo.
Una esperanza se mantenía en el calor que ayudaría a controlar el coronavirus
Una de las grandes esperanzas para controlar el coronavirus, y posiblemente para acabar con la pandemia, se mantiene en el aumento de las temperaturas, ya que esto contribuiría a reducir la capacidad infecciosa del virus.
Investigaciones realizadas por el portavoz de la Agencia estatal de Meteorología, Fernando Belda, se ha mostrado satisfecho en cuanto al tema; pues el equipo ha encontrado evidencias de correlación entre el frío y la propagación del virus en España.
Dicho estudio destaca que cuando existe una temperatura menor, hay una propagación mayor. Pero tomando en cuenta antecedentes históricos, y los hechos que se están desarrollando en otros países, sugieren que el calor del verano no bastará para frenar la enfermedad.
Un comité de investigación de Estados Unidos recomendó no confiar en que el calor detendrá el coronavirus
Investigadores de España han realizado un estudio de las temperaturas en las comunidades autónomas durante las últimas dos semanas, y la cantidad de contagios por cada 100.000 habitantes.
Belda ha explicado que el patrón se repite durante el período de confinamiento. Recalcando que las variantes de humedad y temperatura cambian constantemente según la zona geográfica, pero advierte que hay muchos factores que afectan la propagación y transmisión del coronavirus.
Por otra parte, desde Estados Unidos, un comité de las academias nacionales de ciencia ha recomendado al país norteamericano que no confíe en el calor para contener la epidemia, ya que hay países como Irán y Australia que poseen características veraniegas y se encuentran sufriendo una rápida propagación.
Además advierten que otros tipos de Coronavirus, como el SARS y el MERS, no han mostrado alteraciones en cuanto al comportamiento estacional.
Donald Trump y sus 'Generales de Invierno y Verano'
Valiéndose de los datos históricos, donde se afirma que el llamado General Invierno se trató de un inclemente frío que resultó ser un arma letal contra las ropas de Hitler y Napoleón, Trump advirtió desde inicios de la pandemia su idea de que hubiera un General Verano, el cual con el aumento de las temperaturas en abril desaparecería el virus.
Hasta la fecha, pocas son las personas que esperan al General Verano.
Y aunque hay muchas Enfermedades que se vinculan al frío existe una en especial que es el virus respiratorio, el cual puede causar neumonía en bebés. Este nuevo coronavirus posee una envoltura lipídica, igual al anterior, lo cual podría hacerlo sensible al cambio de temperaturas. Ha sido argumentado por Carl Heneghan, quien es director del Centro para la Medicina Basada en la Evidencia de la Universidad de Oxford. Esto indica que este tipo de virus podría presentar variaciones dependiendo del cambio meteorológico, pero falta confirmar si esa sensibilidad podrá ser suficiente para frenar contundentemente la pandemia del coronavirus.
Todo apunta a que el coronavirus tiene una propagación menor con mayor temperatura
Aunque las evidencias apuntan a una falta de eficiencia en cuanto a la transmisión del COVID-19, cuando las condiciones son favorecidas por el calor y la humedad, también es cierto que la falta de inmunidad contra el virus alrededor del mundo. Este hecho podría no conducir a una eficiente disminución de la propagación de esta enfermedad. Del mismo modo, Margarita del Val, viróloga española del CSIC, advierte que en los casos de pandemia lo más importante es el número de ciudadanos susceptibles, aún más que las condiciones meteorológicas.