Fue el primero de septiembre de 1988 cuando las primeras 197 mujeres ingresaban en la Academia Básica de la Guardia Civil sita en Baeza, esto era merced a los cambios en el Código Civil en 1985 que anulaban por completo la discriminación laboral de la Mujer en cualquier profesión con lo que las féminas podían ya optar a cualquier clase de empleo y trabajo, por ello entre todas las profesiones por fin pudo materializarse el ingreso de la mujer tanto en la Guardia Civil como en las FAS.

En estos momentos iniciales todo estaba por hacer, pues las infraestructuras de la Benemérita, ni de las FAS, estaban adaptadas, los cuarteles y bases estaban pensados para albergar varones y no mujeres, y de hecho, hasta los uniformes eran los mismos que los de los hombres, las aspirantes a guardia tenían al inicio que hasta usar su propia ropa interior y llevo un tiempo conseguir uniformes adaptados, desde vestuario con tallas específicas hasta modelos pre-mama.

Pero lo más importante era la mentalidad, la Guardia Civil era una institución identificable como machista, conservadora, y sino misógina si condescendiente con la mujer y cuasi decimonónica en su mentalidad y lo más significativo era alterar esa percepción para que los mismos guardias masculinos aceptaran a sus compañeras como iguales. Más que cualquier cambio material y de estructuras era ese cambio de mentalidad lo vital a conseguir.

La mujer en la Guardia Civil hoy

Ya bien entrado en el Siglo XXI es corriente ver mujeres con el uniforme de la Guardia Civil patrullando cotidianamente, no tiene nada de extraño que una guardia te atienda en una Casa Cuartel al poner una denuncia o que una guardia te ponga una multa por exceso de velocidad entre los múltiples servicios que realiza a diario la Benemérita.

Estadísticamente hablando son 5.526 las Guardias Civiles en activo lo que da un 7,25% del total de 76.264 efectivos de la Guardia Civil, lo que sigue una tendencia ascendente desde 1988 pero sigue siendo un porcentaje bajo sobre el total aunque la causa principal de estas cifras se encuentra en un fenómeno sociológico verificado tanto en la Benemérita como en las FAS y de hecho en el resto de cuerpos de Seguridad en España, la mayoría de aspirantes a estas profesiones son siempre varones con unos porcentajes superiores al 70% mientras que el de mujeres escasamente superan el 20%.

Con ello y por puro porcentaje matemático el número de aspirantes que superan las pruebas de admisión y después se gradúan en las academias tras superar los cursos siempre es superior en varones pues son estos muchos más los que se presentan en origen. Como una guardia civil veterana de la primera promoción expresó: "Es un error, pero la mayoría de gente percibe que esta es una profesión de hombres, cuando aquí cabemos todos siempre que demostremos que valemos".

Solo hay tres servicios de la Guardia Civil en que todavía no hay mujeres, las unidades antiterroristas de élite UEI y GAR y la unidad de submarinistas GEAS, y no por que no haya aspirantes femeninas que hayan superado las pruebas sino porque por la dureza de los cursos muchos aspirantes, de ambos sexos, se lesionan antes de completarlos y por tanto no se gradúan.

Visita de la Reina

Fue la Reina Letizia la principal invitada a la celebración de este 30º aniversario que se celebró en la misma Dirección General de la institución acompañada de la Ministra de Defensa, del Ministro de Interior y del mismo Director General de la Guardia Civil, Félix Azón.

Una reunión donde se informó a la Reina de la situación general de la mujer en la Benemérita a los 30 años de su ingreso, la visita a una exposición sobre La Mujer en la Guardia Civil y sobre todo departir con las guardias de esa primera promoción que siguen en activo, dos de ellas son tenientes coroneles, fueron los actos más destacados de la visita.

En la conversación con las guardias estas la expresaron su interés porque se incremente el número de mujeres en el cuerpo y que por fin haya guardias femeninos en las unidades de élite donde todavía no han ingresado, por ello se comentaron soluciones como bajar la exigencia de las pruebas para las féminas, algo de dudosa aplicación pues reduciría el nivel de excelencia demostrado por estas unidades, o buscar cursos puente para quienes no lo terminaron por lesiones puedan completarlo.

Desde luego queda mucho por recorrer pero si tenemos en cuenta que en 1940 cuando la Guardia Civil absorbió el Cuerpo de Carabineros y que mujeres esposas o viudas de guardias podían llevar el uniforme de la Benemérita, sin graduación ni armamento, y solo para realizar cacheos a mujeres en las aduanas en papel de comadronas y que en 1988 nada más que 187 aspirantes fueron admitidas de 2.817 presentadas y se ha llegado en 2018 al nivel actual es mucho lo que se ha avanzado.