El sábado pasado varios integrantes de La Manada acudieron a la piscina municipal de Palomares del Río (Sevilla) situada en el polideportivo del pueblo acompañados de un operario municipal.
Al ser reconocidos por los demás usuarios de la piscina, tuvieron que abandonar el lugar mientras eran increpados. El operario municipal acompañó a los miembros de La Manada y tuvieron que situarse en una zona apartada hasta que la piscina cerró y pudieron salir con seguridad.
El ayuntamiento se pronuncia
El Ayuntamiento de Palomares ha emitido un comunicado firmado por la teniente de alcalde, Juana Caballero, donde afirma que no van a permitir que "personas que han sido declaradas 'non gratas' por parte del pleno de este Ayuntamiento vengan a nuestro municipio a utilizar nuestros espacios públicos para provocar alarma social.
Tampoco vamos a permitir que un operario municipal utilice las dependencias municipales para su uso personal, de sus familiares y/o amigos."
Desde la alcaldía, también aseguran que se va a abrir un expediente informativo para depurar las responsabilidades que el trabajador municipal pueda tener "respecto al uso indebido de unas instalaciones públicas para el beneficio de unos violadores".
Apuntan también que no van a permitir que su pueblo se convierta en un "refugio de violadores ni de delincuentes". Asimismo, explican que no quieren que sus ciudadanos se sientan alarmados por la llegada de "visitantes indeseables."
Viene de lejos
Los miembros de La Manada han sido condenados a nueve años de cárcel por un delito con abuso sexual con prevalimiento cometido contra una joven en los Sanfermines de 2016.
No es la primera vez que los increpan. Desde que saltó la noticia la sociedad española ha reaccionado con contundencia censurando la actitud del los miembros de La Manada, que basaron su defensa en afirmar que la víctima había practicado sexo de forma voluntaria.
Finalmente, los acusados fueron condenados por abuso sexual y no por agresión sexual.
Es decir, dos de los tres jueces entendieron que no hubo violencia en la violación múltiple. Uno de los magistrados llegó a afirmar que la acusada manifestaba una actitud de "jolgorio".
Esta situación ha generado que se produzcan concentraciones en todas las ciudades españolas para defender a la víctima bajo el lema #YoSíTeCreo. De momento, sólo uno de los miembros de La Manada está en prisión por vulnerar la libertad condicional. El resto, siguen libres a la espera de una sentencia firme, no recurrible.