Los líderes no nacen, se hacen. Hemos recopilado las cualidades que reúnen los triunfadores más consagrados del mercado laboral, así podrás ir escalando de la mejor manera para que te tomen en cuenta, tu compañía y tus compañeros de trabajo notaran que tienes el temple de un líder a seguir.

Tener pasión por lo que haces

La gente quiere lideres apasionados. La pasión en un proyecto atrae seguidores (compañeros y superiores a ti) y mantiene la motivación en los momentos de “crisis”. Contagia a tus colegas con tu entusiasmo. Utiliza frases que anticipen el éxito.

Intenta con: “Me parece una brillante idea, seguro recortará gastos” o “Estoy orgulloso de pertenecer a este equipo”.

Ejercita la humildad

Si tu superior te felicitó por tu ingeniosa propuesta, no permitas que tu ego se infle. La sencillez es el camino más corto hacia la grandeza. Ser modesto es un signo de humildad y a la vez también es símbolo de fortaleza. Ser humilde solo consiste en tener bajo control tu propia forma de actuar.

Muestra tu integridad

Los buenos líderes no critican a los otros a sus espaldas, tampoco se adueñan de méritos ajenos, en vez de eso, establecen confianza entre sus iguales al repartir merito entre todos y celebran el éxito de los demás. Se debe actuar con integridad y que tus palabras y acciones tengan congruencia.

Recuerda que el triunfo es de tu equipo y no solo tuyo.

Valora a los demás

No se necesita mucho tiempo para regalarle un cumplido a un colega, celebra el nuevo look de la secretaria o el nuevo corte de uno de tus compañeros. Los líderes valoran a los demás y se toman el tiempo para demostrarles lo importantes que son. Por eso debes hacer que tus compañeros o también clientes se sientan relevantes, escúchalos con atención, hazles preguntas y toma en cuenta sus necesidades.

Admite tus errores

Admitir que cometiste un error es mucho mejor que ocultarlo o evitarlo. Los buenos lideres no intentan ser perfectos porque deben saber que todos se equivocan. En vez de hundirse es mejor, reponerse de los reveses y volver a intentarlo.

Critica con sutileza

Las críticas, las quejas y los comentarios negativos en el ámbito laboral deben hacerse con brevedad y dulzura.

De lo contrario, la persona criticada se sentirá enojada, humillada o resentida, y lo más probable es que no termine motivada para hacerlo correctamente la próxima vez. Procura tener brevedad en el asunto. Mezcla un poco la censura con los halagos. Ejemplo: “¿Qué raro que el informe tuviera tantos errores con lo cuidadoso que eres?”

Ofrécete

Se voluntario en los trabajos que nadie quiere, pero que sabes que pueden darte la oportunidad de robarte el show posteriormente. Una tarea por muy pequeña que sea puede darte paso a más oportunidades más relevantes en tu área o en otra en la que quieras desempeñarte.

Da el ejemplo

Los líderes sirven de modelo de comportamiento a la hora de tomar decisiones y reflejar valores elevados.

A veces olvidamos que los demás nos observan mientras trabajamos. Pero recuerda que todos nos hallamos en el escenario y es probable que, cuando no lo adviertas, tus colegas estén analizando en busca de un ejemplo positivo.

Domina la situación

El dominio de causa te coloca en una posición privilegiada frente a los otros. Comunicarles a todos la sensación de que estas al tanto de la situación, te asegura un eslabón en la escalera hacia el poder. Procura dominar el lenguaje de tu compañía, el de tu clase de negocios, el de tus competidores y el mundo en general. Un buen líder sabe de todo un poco y lo comparte con sus colegas.