Nadie de nosotros imagina un mundo sin tecnología, estamos tan acostumbrados a despertarnos con el sonido del celular, mientras entran notificaciones, mensajes y una marcha interminable de publicidad, que si ponemos en contexto si esta fuera física, nuestro correo normal estaría abarrotado de anuncios inservibles y ofertas que nadie acepta. Levantamos con un simple dedo nuestro ánimo, reímos con los vídeos en Youtube, buscamos que pizzería tiene nuevo menú, e inclusive jugamos largas horas en el hospital, esperando que la vida y la muerte se decidan como en un videojuego.

Quizá si no tuviéramos un móvil, con toda esta tecnología más personas irían al cine, o buscarían buenas lecturas para pasar el rato. De igual forma correrían y optarían por ejercitarse más, proyectando su vida hacia fuera, que hacia un mundo virtual. Pero se han preguntado ¿Qué pasaría si se quedarán sin luz? Vivir con el fuego primigenio y no tener acceso a todo lo que consume energía eléctrica.

Días sin luz, experimento y nuevas perspectivas

La periodista británica Linda Geddes, experimentó la cotidianidad sin luz eléctrica, por varios días. Con ayuda de investigadores del sueño Universidad de Surrey Derk – Jan Dijk – se diseñó un sistema para disminuir la luz artificial en las horas nocturnas, y aumentar las horas de luz natural en el día.

La vida de la galardonada escritora, cambio radicalmente. Expone que la sociedad de hoy retrasa su reloj biológico, por lo que no se programa adecuadamente para despertar y para dormir. Tribus – como los Hadza – Tanzania – tienen hábitos diferentes de las personas que viven en el occidente, por lo que la luz artificial influye en muchos cambios, no solo en nuestro descanso, sino en lo activos que somos durante la noche.

La luz natural reactiva algunas reacciones corporales, lo que causa en el reloj interno, que las personas sean más enérgicas por la mañana y en la nocturnidad el reloj se retrasa para incorporar el descanso a las funciones naturales del cuerpo.

Resultados inesperados

Para Linda, fue un tanto complicado compartir su rutina sin luz eléctrica con otras personas, y a su vez su trabajo le obligaba a estar expuesta a luz artificial, también el clima fue un factor determinante ya que para poder aprovechar la luz natural, en el invierno, hubo ciertas complicaciones, pero no por eso dejo de tener más energía en las tardes y dormir mejor por las noches.