La mayoría de las personas cuando ven los resultados de un análisis sanguíneo, propio, de un familiar o amigo, parecen estar leyendo algún antiguo papiro en idioma arameo o quizás en chino mandarín, dada la dificultad que puede representar para quienes no tienen conocimientos médicos. Acá haremos una breve descripción de los componentes de una hematología completa para que se nos facilite a todos comprender los resultados.

Sus componentes

Un análisis hematológico o hematología completa está conformado por el análisis del eritron o componente rojo de la sangre: recuento de eritrocitos, glóbulos rojos o hematíes; el valor de hemoglobina y el porcentaje de hematocrito.

Por su parte, la serie blanca o formula leucocitaria está constituida por el conteo total de glóbulos blancos o leucocitos con sus diferentes tipos celulares: neutrófilos segmentados, eosinófilos, basófilos, células en banda, linfocitos y monocitos.

Además una hematología completa también suele reflejar el recuento de plaquetas.

La serie roja

La alteración de los valores de la serie roja, normalmente una disminución, se denomina anemia, la cual se relaciona con la presencia de palidez en mucosas y tejidos y es un signo clínico inespecífico y común para muchas Enfermedades. En tanto que el aumento de la serie roja se denomina policitemia, la cual puede ser real o relativa, ésta última debido a estados de deshidratación.

La evaluación de la serie roja además de los valores de hemoglobina, eritrocitos y el porcentaje de células rojas o hematocrito, también puede reportar la presencia de reticulocitos u otras formas inmaduras de glóbulos rojos, diversas alteraciones en la forma y tamaño de los eritrocitos y alteraciones en la concentración de hemoglobina eritrocitaria.

La serie blanca o fórmula leucocitaria

En general, el aumento de las células blancas indica algún tipo de infección o proceso inflamatorio en el organismo.

El aumento de los valores de neutrófilos segmentados, glóbulos blancos más abundantes, se relaciona con infecciones agudas de origen bacteriano, pudiendo en algunos casos reportar presencia de células en banda, cayados o metamielocitos, los cuales son formas inmaduras de este tipo celular.

Esto se conoce como neutrofilia con desviación a la izquierda e indica un trastorno infeccioso severo.

Un recuento elevado de eosinófilos o eosinofilia, suele relacionarse con una alteración de tipo alérgico o como respuesta a parasitosis gastrointestinales severas.

La basofilia, o aumento en el número de basófilos, es una causa rara de leucocitosis que guarda relación con algunas patologías específicas del tracto respiratorio o algunas alteraciones de la sangre como leucemia.

La disminución de los neutrófilos por debajo de los valores de referencia se denomina neutropenia y estas se relacionan con procesos inmunosupresores. En tanto que la disminución o incluso la ausencia de basófilos y eosinófilos en una muestra de sangre analizada no tiene relevancia clínica.

Los monocitos suelen aumentar en procesos bacterianos crónicos y también en algunas enfermedades virales específicas.

Por su parte, una elevación en los valores de linfocitos o linfocitosis, indican la respuesta específica contra un agente infeccioso bacteriano o viral, también en algunos tipos de neoplasias o tumores. La reducción de este tipo celular, llamada linfopenia, puede deberse a algunos agentes patógenos específicos o bien a un estado de inmunosupresión.

Trombocitos o plaquetas

Finalmente, las plaquetas o trombocitos se verán disminuidos en trastorno de la coagulación o enfermedades hemorrágicas y su elevación puede deberse principalmente a estados de deshidratación.

En todo caso, es el médico quien debe estar al tanto de estos menesteres, sin embargo, resulta interesante y muy útil tener algunos conocimiento básicos sobre los "sube y baja" que pueden reportarse en una hematología o análisis de sangre.