La preocupación por el físico y la belleza vienen de mucho tiempo atrás. En la década de los 80, los gimnasios ganaron espacio. El mundo de la belleza es superficial y tenemos una visión inadecuada de ella, sin embargo, sentimos que es fundamental sentirnos bonitos, bellos y así recibir la aprobación de las personas que queremos.

Reflexionando sobre la vida, cuestiono esos valores, el tipo de personas que son víctimas de la estética, corriendo riesgos para mantenerse siempre jóvenes, bellos e impecables. Con el tiempo, y él pasa muy rápido, la belleza se va, no tenemos como sostenerla siempre con nosotros.

Cuando percibimos que el tiempo está atacando, percibimos lo insignificante que era la belleza, nos damos cuenta que debíamos de preocuparnos por cosas más importantes y entonces, nos s

Un ejemplo de las consecuencias negativas por tratar de tener una belleza extrema

La belleza puede ayudarnos a conquistar muchas cosas por un pequeño espacio de tiempo, después viene el vacío profundo y percibimos que no estamos viviendo para nada y nadie, esclavos de la búsqueda por la perfección física. La vanidad se vuelve peligrosa muchas veces, como en el caso de la modelo y presentadora Andrés de Faveri Urach, de apenas 27 años, que se encuentra internada en la Unidad de Tratamiento Intensivo del Hospital Nuestra Señora de la Concepción.

Aún en estado grave, sedada y respirando con ayuda de aparato, debido a la aplicación de hidrogel en los miembros inferiores hace cinco años. El material se utiliza para relleno, pero la práctica no es recomendable para este tipo de aplicación, ya que son grandes áreas y tiene la función de hacer un pequeño relleno sólo.

entimos vacíos.

Todos los rumores

Ya se esparce un rumor de que la modelo va a perder la pierna, pero sus asesores dicen que la prensa miente. Se dice que la modelo está reaccionando bien al tratamiento y desmiente también el rumor de la perdida de la pierna.

Millones de dólares se gastan anualmente en cosméticos, millones en cirugías plásticas y así sucesivamente.

Gastamos tiempo y dinero en esa búsqueda, comparamos nuestra apariencia con la de otros y queremos ser los más bellos, los más atractivos. Olvidamos que la belleza no es la apariencia física, sino lo que está en su interior y en su corazón. Esta sí es para siempre, pues la belleza física, por más que hagamos, no quedará con nosotros para siempre. Y en esa búsqueda por la belleza, muchas veces ponemos nuestra vida en riesgo, o incluso la sacamos, dejando en sufrimiento a los seres que amamos, sólo por el placer de sentirnos mirados, admirados y deseados.