Los celos son una reacción emocional normal, que si es transitoria, no genera ningún inconveniente, se pueden presentar a cualquier edad y algunos consideran que es un sentimiento similar a la envidia que suele aparecer ante el temor de perder a alguien o algo,

¿Cuándo se dan los celos?

Los expertos consideran que los celos están asociados estrechamente a una baja autoestima e inseguridad y que se observan con mayor frecuencia en personas con cierto grado de dependencia emocional. Son un sentimiento similar a la envidia que aparece siempre ante el temor o sospecha de perder algo o a alguien y se pueden dar en cualquier relación, podemos tener celos entre hermanos, de un amigo o amiga, de nuestra pareja, o hasta de algo.

¿Reacción normal o enfermedad?

Los celos que se transforman en una reacción emocional desmedida, dejan de ser normales, y por lo general son los que afectan a las relaciones de pareja. Cuando este tipo de celos aparece puede generar episodios graves de sufrimiento, angustia e incluso depresión, afectando la vida personal, social e incluso laboral.

En el caso extremo puede llegar a presentarse el Síndrome de Otelo, que es un trastorno psiquiátrico, donde la persona que lo padece tiene una personalidad delirante con ideas de celos y siente que se encuentra atrapado por sus ideas obsesivas y convencido de que el otro le es infiel. Este síndrome debe su nombre a la obra de Shakespeare, Otelo, quién poseído por los celos mata a su esposa Desdémona.

Cuando la persona celosa está “enferma” por lo general es una persona calculadora, desconfiada, suspicaz, y ese sentimiento está presente en todos los ámbitos de su vida: pareja, familia y trabajo.

Claves para controlarlos

Ante todo debe determinarse cuál es la causa de los celos, si no hay confianza, si somos muy dependientes de la otra persona, en cuyo caso debemos reflexionar y buscar la manera de aumentar la confianza, de darnos nuestro propio espacio y fomentar nuestra vida personal, manejar las situaciones con calma y mantener la comunicación, pero sobre todo ser objetivo y si sentimos que los celos son obsesivos o enfermizos, que caemos en la depresión o angustia, lo recomendable es buscar ayuda de un profesional de la psicología, ya que lo que está en peligro es tu salud y la de la otra persona involucrada.

Lo importante es asumirlos, comprenderlos y superarlos para evitar que sean una emoción destructiva en nuestra vida.