Estamos en primavera y junto a las flores florecen también los estornudos, el dolor de garganta o la congestión nasal. ¿Sabes distinguir un Resfriado común de una alergia primaveral? Aunque comparten ciertos síntomas, diferenciarlos no resulta sencillo para muchos. Debes fijarte en la intensidad y duración de los signos. De este modo, mientras un catarro perdura unos pocos días la alergia permanecerá durante toda la estación y de modo intermitente a lo largo del día.

La mucosidad también arroja ciertas pistas en las que debemos fijarnos: en el caso de la alergia es transparente y líquida.

En el resfriado no, es más bien espesa y puede tornar verde o amarilla si existe algún tipo de infección. Por último, cabe reseñar que el cuadro clínico que deriva de una alergia varía de una persona a otra. En el caso del resfriado los signos que evidencian su presencia están predeterminados y se traducen, aparte de en secreción nasal o tos, en dolor de cabeza, fiebre y cansancio.

¿Qué sabes sobre la rinitis?

Esta afección respiratoria cursa estornudos, abundante mucosidad y picor en los ojos. Es provocada por la inflamación de la cara interna de la nariz que actúa como recubrimiento. No todas las rinitis son alérgicas, se la relaciona con el asma y puede denotar cierta alteración en el retorno sanguíneo.

En este sentido, existe la rinitis vasomotora, la crónica y la alérgica. Esta última es la más usual por la intolerancia a un alérgeno. El cuerpo al detectar su presenta libera histamina para defenderse de la amenaza causando irritación y los síntomas asociados.

Los Alérgenos típicos son el polen, el polvo, el césped, el pelo de mascota o la saliva del gato.

Sin embargo, existen otros alérgenos de índole laboral, como es el caso de las harinas de cereales, las enzimas proteslíticas de los detergentes o medicamentos o de las maderas tropicales.

Cómo tratar la rinitis

Si padeces rinitis tu médico ya te habrá recetado antihistamínicos, descongestionantes o corticoides tópicos u orales.

No obstante, no está de más recordar ciertos tips que pueden ayudarte a sobrellevar esta estación más cómodamente:

  • Evita las primeras horas de la mañana en las que la concentración de polen es mayor.
  • No practiques deporte en los momentos de floración de los árboles o del moho.
  • Deshazte de alfombras o cojines que tienen a acumular grandes cantidades de alérgenos.
  • Limpia con frecuencia los filtros del aire acondicionado y lava a más de 60 grados la ropa de cama.
  • Emplea fundas especiales para las almohadas y el colchón.
  • Presiona los laterales de la nariz para mitigar la congestión y el embotellamiento.
  • Masajea los lobulos de las orejas y limpia las fosas nasales con solución salina varias veces al día.

No renuncies a los remedios caseros

Los preparados caseros merecen una atención especial por su sencillez y eficacia.

Desde las tisanas de zumo de limón con miel y agua tibia hasta las infusiones de ortiga, el regaliz, la cúrcuma o el té verde son, todas ellas, alternativas adecuadas para eliminar la mucosidad, aclarar la garganta y respirar con normalidad a un bajo coste.

¿Sabes que la alimentación también puede ayudarte a rebajar la sintomatología? Evita los embutidos, conservas, el pescado crudo, el queso curado o los ahumados. Notarás la diferencia.