Una alergia se define como aquella respuesta del sistema inmune de un individuo frente a una sustancia totalmente inocua e inofensiva para él. Por ello, es muy importante diferenciarlo del concepto de hipersensibilidad, que es la respuesta inmunitaria exagerada frente a una sustancia, de forma general.
La alergia a las gramíneas
Como consecuencia de este “error” en la percepción de una sustancia se produce la enfermedad en el individuo o respuesta alérgica, al atacar nuestro sistema inmune los tejidos donde se encuentra esa sustancia inocua. A nivel mundial existe más de un tercio de la población afectada por algún tipo de alergia, como asma, rinitis, conjuntivitis, urticaria, dermatitis, anafilaxia, etc.
Por lo que se refiere al polen (gametofito masculino de las plantas con semilla) representa la causa general de la denominada como rinitis alérgica estacional, provocada en personas cuya respuesta inmune se produce a nivel de vías respiratorias contra esos elementos microscópicos, totalmente inofensivos. Dentro de este tipo de alergias hay varias posibilidades, siendo una de ellas provocada hacia el polen producido por las gramíneas, la cual afecta a más de 400 millones de personas en todo el mundo.
El desarrollo de una vacuna
Dentro del Laboratorio de Investigación sobre Alergias de la Universidad Médica de Viena, en colaboración con la empresa Biomay AG, se ha conseguido la elaboración de una vacuna capaz de evitar la respuesta alérgica de algunas personas contra los granos de polen de las gramíneas.
Este tipo de Vacuna se denomina BM32 y está basada en una modificación de las proteínas del polen que son percibidas por el sistema inmune y causan la alergia. Esta modificación provoca que nuestro cuerpo cree unos anticuerpos contra estas moléculas que no van a derivar en la respuesta alérgica y por lo tanto, cuando entre en nuestro cuerpo el verdadero antígeno del polen, la tendencia en la respuesta irá hacia la de los nuevos anticuerpos.
Hasta el momento se ha realizado la vacunación de 180 pacientes en centros de toda Europa, observando una reducción en la respuesta alérgica en un 25%. Los siguientes pasos se basarán en proseguir con la vacunación y la disminución de la respuesta alérgica, además de comenzar con pruebas infantiles, con el fin de poder poner en el mercado la vacuna en el año 2021.
Esta novedosa tecnología puede también utilizarse para luchar contra enfermedades como la hepatitis B o el asma, habiendo obtenido hasta el momento grandes resultados. “La ciencia que no es divulgada hacia la sociedad es como si no existiera”