La fiebre o gripe porcina, también llamada influenza porcina o gripe del cerdo, es una enfermedad infecciosa de etiología viral, causada por virus de la familia Orthomyxoviridae.
Síntomas y signos clínicos
Los síntomas de la enfermedad son muy similares a cualquier proceso gripal o gripe estacional; la clínica incluye fiebre muy elevada, que puede llegar hasta los 40 °C, dolor de garganta, tos seca, secreción nasal mucosa, dolores musculares, cefalea o dolor de cabeza, escalofríos, fatiga, dolor ocular, disminución del apetito y dificultad respiratoria.
Algunas personas sufren vómitos y diarreas.
Prevención
Extremar las medidas higiénico sanitarias a nivel individual, es una medida clave para la prevención de esta enfermedad: durante las epidemias o brotes, se recomienda no saludar de beso ni de mano y evitar los lugares muy concurridos. El uso de tapabocas, asi como el lavado de manos frecuente utilizando soluciones antisépticas contribuyen a reducir el riesgo de infección por el virus
Se recomienda la limpieza y desinfección periódica de los teclados y ratones de los computadores de oficinas o cibercafes a fin de evitar la posible propagación del virus de la influenza. Al presentar síntomas gripales o temperatura elevada, es necesario acudir a un centro asistencial de salud con la mayor celeridad posible.
Y debe considerarse que la administración de antibióticos no tiene ningún efecto para prevenir la enfermedad.
Tratamiento de la gripe porcina
El tratamiento es netamente sintomático, es decir, no hay un tratamiento especifico para el virus y se basa en la administración de analgésicos y antipiréticos para reducir el dolor y la fiebre.
Debe considerarse que en niños y adolescentes está contraindicado el uso de aspirina, por lo cual se recomienda el uso de paracetamol.
El tratamiento especifico consiste en la administración de sustancias antivirales como el oseltamivir y el zanamivir.
La pandemia por gripe porcina
En el mes de abril del año 2009, en México, se detectó un brote esta enfermedad en humanos, el cual ocasionó al menos 20 muertes.
El caso índice, primer caso registrado, se presentó el 28 de marzo, el cual fue ocasionado por una nueva cepa de virus de gripe AH1N1 constituida por una combinación de material genético de al menos cuatro virus diferentes: dos cepas del virus de la gripe porcina, una variante del virus de gripe humana y una del virus de la gripe de las aves.
Para el 11 de junio de ese año, la Organización Mundial de la Salud, clasificó dicho brote como una pandemia debido a la amplia extensión geográfica que alcanzó la enfermedad; la epidemia finalizó 14 meses después de su inicio, el 10 de agosto de año 2010, dejando una elevada tasa de morbilidad pero afortunadamente una baja mortalidad.