Para aquellos con vidas agitadas, la paz y la serenidad son estados ilusorios. Nos desplazamos a través de nuestro suministro de noticias y constantemente somos bombardeados de personas en un estado de angustia. En realidad, todos experimentamos estrés y ansiedad, y para la mayoría de nosotros es algo cotidiano. No siempre es posible que nos tomemos el resto del día para recuperar la calma deseada, pero podemos hacer algunos ejercicios rápidos de 10 minutos para reducir el estrés y ayudar a nuestra mente y cuerpo a encontrar la paz.

¿Qué le sucede a nuestro cuerpo cuando estamos estresados?

El estrés puede afectarnos de muchas maneras diferentes y puede deberse a una serie de factores. Ya sea que se trate de trabajo, situación financiera o la de los hijos corriendo por la casa gritando, los sentimientos de ansiedad y estrés a menudo pueden ser tan agotadores, que es difícil continuar con las actividades cotidianas.

Cuando experimentamos un evento estresante, nuestra amígdala (que es el área del cerebro que contribuye al procesamiento emocional) envía una señal de socorro al hipotálamo. El hipotálamo actúa como un centro de control para el cerebro, comunicándose con el resto del cuerpo a través del sistema nervioso. Esto es lo que nos da la respuesta de lucha o huida .

La respuesta de lucha o huida es responsable de la reacción física externa asociada con el estrés (que incluye aumento de la frecuencia cardíaca, aumento de los sentidos, consumo más profundo de oxígeno y una descarga de adrenalina). En este proceso, se libera una hormona llamada cortisol , que ayuda a restaurar la energía que el cuerpo consumió con la respuesta de lucha o huida.

Una vez que el estrés desaparece, nuestros niveles de cortisol disminuyen, por lo que a menudo nos sentimos cansados ​​después de que ha ocurrido un evento estresante.

Muchas veces, el estrés que sentimos puede ser abrumador, pero hay algunos ejercicios que han demostrado ser muy efectivos para calmarnos cuando nuestro cuerpo alcanza ese estado de ansiedad, y se pueden hacer en 10 minutos o menos.

Algunos de ellos son:

1. Respiración consciente

Todo ser viviente inherentemente sabe cómo respirar; lo hacemos sin pensar, pero, la respiración consciente es la práctica de concentrarse en nuestra respiración para calmar nuestros nervios y conectarse con el cuerpo. La respiración consciente ha demostrado reducir el estrés y la ansiedad tanto a corto como a largo plazo. Un estudio reciente mostró que tanto la respiración consciente como las tácticas de reevaluación cognitiva (que es la reinterpretación de un estímulo emocional) fueron efectivas para reducir la ansiedad, pero que la respiración consciente fue aún más exitosa para aumentar los pensamientos positivos que la reevaluación cognitiva.

2. Meditación

La meditación va de la mano con la respiración. La meditación te permite enfocar su atención hacia adentro, en tu propio cuerpo y mente, en lugar de hacer hincapié en los factores externos que están causando la ansiedad. Los investigadores de la Universidad de Harvard se sorprendieron con los resultados que encontraron cuando utilizaron una resonancia magnética para evaluar los cerebros de los sujetos que practicaban la meditación diaria. Los investigadores encontraron que los sujetos que practicaban 27 minutos de meditación cada día aumentaban la cantidad de densidad de materia gris en su hipocampo, que es la parte del cerebro vinculada a la autoconciencia, la compasión y la introspección.