Con la llegada del invierno, comienzan las típicas enfermedades estacionales: dolor de garganta, fiebre y tos. Los niños que están en las escuelas y colegios, que pasan días en lugares cerrados, en contacto cercano con otros niños, están particularmente predispuestos a estas enfermedades, también debido a un sistema inmune aún inmaduro. Veamos algunas precauciones simples para prevenir el dolor de garganta y tratarlo de forma natural. Recuerde que, si el trastorno persiste u ocurre en forma grave, es bueno consultar con su médico.
Dolor de garganta: causas
El dolor de garganta es un síntoma que indica una perturbación en el tracto respiratorio: inflamación causada por un virus o una bacteria, que afectan a la faringe, la laringe o amígdalas.
Estas enfermedades son muy comunes en otoño e invierno, especialmente entre los niños que viven en la comunidad, compartiendo juguetes. Incluso el entorno y los comportamientos que lo rodean pueden afectar el dolor de garganta: la exposición al humo, la contaminación del aire, los entornos cerrados, el llanto prolongado, son factores que pueden desencadenar enfermedades en el tracto respiratorio.
Una vez que se identifican las causas, es posible actuar, en primer lugar, al prevenir la aparición de la enfermedad, siempre hay algunas medidas que debemos tomar para que no se desarrolle.
Ciertamente, no podemos movernos al mar solo para respirar menos aire contaminado, pero sin duda podemos evitar que los niños permanezcan en ambientes donde las personas mayores fuman. Incluso una dieta balanceada, rica en verduras y frutas, es un valioso aliado para fortalecer el sistema inmunológico de los niños.
También puede pedirle a su pediatra un suplemento vitamínico para ayudar al cuerpo a combatir los virus en circulación.
Remedios naturales
La madre naturaleza ofrece algunos aliados naturales importantes para aliviar el dolor de garganta, especialmente si esto es de origen viral o ambiental. Recordamos miel y jengibre. La miel es conocida por sus propiedades antisépticas y se puede utilizar para endulzar el té y al ser dulce les encanta a los niños.
Recuerde, sin embargo, que la miel no se debe dar a los niños menores de un año, porque puede causar algunas complicaciones con su glucosa. El propóleos también es bueno, es un derivado de la miel. Al no contener alcohol, es apto para niños.
Es un producto excelente, antiinflamatorio y bactericida. Incluso el té hecho con jengibre y canela puede ser un aliado válido contra el dolor de garganta. El jengibre es un antiinflamatorio natural, mientras que la canela es excelente contra la tos y el dolor de garganta. También puedes pensar en endulzar el té de hierbas con miel.