Se ha identificado más de 80 genes relacionados con la aparición del Cáncer, aunque se cree que hay muchos más.

La herencia de algunas mutaciones en ciertos genes puede predisponer a padecer tipos concretos de cánceres en la familia.

Cáncer de mama

Estudios demuestran que el 10% de los cánceres de mama son hereditarios. Los genes bautizados como BRCA 1 y BRCA 2 tiene buena parte de culpa. Si dos o más parientes de primer grado han tenido cáncer de mama, o si lo ha tenido solo uno, pero antes de los 50 años, son señales de que la forma mutada de estos dos genes puede estar presente en la familia.

Los estudios también indican que, “si hacemos el análisis genético y comprobamos que existe una mutación hereditaria, sabemos que el riesgo de padecer cáncer es de entre un 50 y un 70%. Hay mujeres que prefieren someterse a una extirpación de la mama para evitar este riesgo, aunque sea una decisión dura es lo más óptimo para ellas. Al resto, se les hace controles anuales para poder detectar cuanto antes un posible tumor”.

Genes productores de proteínas supresoras de tumores

BRCA1 y BRCA2 son genes humanos que producen proteínas supresoras de tumores. Son proteínas apoyan en la reparación del ADN dañado y, por lo tanto, cumplen la función de asegurar la consistencia del material genético de cada célula.

Cuando alguno de estos genes tiene una mutación o alteración, Esta de tal forma ya no produce su proteína o esta no trabaja correctamente, el daño al ADN no puede repararse debidamente. Como consecuencia de eso, las células tienen más probabilidad de manifestar cambios genéticos adicionales que pueden resultar en cáncer.

Síntomas

Acuda a un especialista si: Nota secreción mamaria que se produce de forma repentina que contenga sangre, cambios físicos, como pezón invertido hacia dentro o cualquier cambio en el volumen o la forma del pecho, un crecimiento de la mama o, debajo del brazo, es importante tocar la misma zona de la otra mama para afirmar que hay un cambio en esa parte y esa otra área está sana.

Diagnostico

Gracias a la mamografía, se diagnostican canceres que aún no han desarrollado la tumoración. La curación es entonces, del 85% al 90%.

Consejos prácticos

La genética, la edad, la raza y tener antecedentes familiares, son algunos factores de riesgo contra los que no se pueden hacer nada. Una menstruación temprana y una menopausia tardía también elevan el riego de padecer cáncer. Del mismo modo, se creen que las siguientes circunstancias pueden favorecer la aparición de un tumor en la mama: ni haber tenido hijos o haberlos tenido después de los 30 años; usar anticonceptivos orales o terapia hormonal sustitutiva durante un periodo largo de tiempo. En cambio, otros factores tienen que ver con el estilo de vida y es necesario cuidarlos.

Las reglas de oro son:

  • Sigue una dieta saludable, baja en grasas, y evita caer en el sobre peso, sobre todo si tu madre lo padece.
  • Evita el alcohol y el tabaco.
  • Realiza ejercicio, dependiendo de tus posibilidades. Si no puedes practicar un deporte, sube escaleras y camina una hora al día por lo menos.
  • Examina tus senos con regularidad, de pie, acostada o en la ducha, inspeccionando alguna irregularidad en la piel o ver si sale alguna secreción del pezón.