En el desarrollo de un embarazo lo normal es que el producto del óvulo fecundado descienda y se implante en la cavidad intrauterina y así continuar su desarrollo y crecimiento durante al menos cumplidas, al menos, las 38 semanas de gestación.

Se le denomina embarazo ectópico a la implantación y crecimiento, del producto gestacional, fuera de la cavidad intrauterina. El embarazo es ectópico cuando se implanta el óvulo fecundado en las trompas de Falopio, ovario o incluso en la cavidad abdominal.

Aun cuando se desconocen las causas de este tipo de embarazo se le atribuye a deficiencias en la formación gestacional que dificulta su descenso e impulso para implantarse en la cavidad intrauterina.

En la actualidad son muchas las investigaciones respecto a este, en el que se atribuyen algunos factores de riesgo para desarrollar un embarazo ectópico.

Factores de riesgo

  • Ser mayor de 35 años.
  • Haber sido sometida a recanalización tubárica.
  • Haber sido portadora de DIU.
  • Haber tenido un embarazo ectópico previo.
  • Padecer enfermedad pélvica inflamatoria (EPI).
  • Padecer defectos congénitos en las trompas de Falopio.
  • Ser fumador.
  • Padecer endometriosis.

El embarazo ectopico puede ser diagnosticado oportunamente, por lo general el producto gestacional se implanta en las trompas de Falopio y es hasta alcanzar las semana 7 de gestación que rompe el lugar de implantación y en este momento es en el cual se amerita de una laparotomía ginecológica urgente, debido a que por la ruptura se produce una hemorragia interna que debe ser controlada rápidamente por los cirujanos.

Diagnóstico a tiempo

Es el especialista en ginecología y/o obstétricia quien con ayuda del equipo de ultrasonido puede dar el diagnostico de embarazo ectópico por la ubicación del embrión, incluso se puede tener prueba de embarazo en sangre positiva y desarrollar síntomas de embarazo y es este quien acuerdo a la ubicación del embrión por edad gestacional indica si puede mantener un embarazo ectópico organizado con el tratamiento adecuado hasta feliz término, sin poner en riesgo la vida materna.

Su incidencia en España es baja sin embargo es considerada una de las principales causas de muerte materna en el primer trimestre del embarazo, debido a las complicaciones que genera.

He aquí la importancia de un control médico ginecológico regular, donde con asesoría oportuna del especialista, se prepare al cuerpo y planifique para el desarrollo de un embarazo normal.