En la lucha contra el maltrato y la violencia doméstica se ha hecho mucho, sin embargo, la falta de recursos y de concienciación en ciertos países de latinoamérica, han aumentado los casos de niñas embarazas.
La legislación vigente en Argentina tipifica como violación cualquier relación sexual con un menor de 13 años. Por considerarse que el pequeño no tiene aun la autonomía y la capacidad suficiente para poder decidir sobre ello.
Durante el año 2015, en ese país durante el año 2015, 90 niñas que tenían entre 11 y 12 años fueron madre.
Hace apenas unos días, el estupor mundial se daba al conocerse la noticia de que una niña de 11 años fue llevada al centro de salud por su madre y allí descubrieron que los dolores abdominales no eran tales, sino un embarazo en la emana 32 de gestación.
El protocolo hospitalario permitió conocer que la menor, que desconocía su estado y al que su contextura física le había permitido disimular, contase sobre su tío.
Pero aquí comienza la otra parte de los embarazos adolescentes, la desidia genera
El tio de la pequeña viajaba a menudo, pero cuando estaba de paso en esta localidad mendocina pernoctaba en casa de los padres de la niña. La pequeña, de la que se ha evitado dar el nombre para preservar su intimidad, lo acusó directamente. En el momento en que fue llevada al hospital tenía 8 meses de embarazo.
Iba a la escuela y vivía con su madre. ¿A quién pide ayuda una niña que está siendo abusada por un familiar? ¿A quién ayuda a una niña que durante 8 meses no tiene su regla, engorda considerablemente, tiene cambios hormonales que se detectan con facilidad en lo físico y un estado de ánimo que fluctúa?
Como toda embaraza, tendrá días con más sueño, con menos apetito y asco a ciertas comidas. Un bebé de 8 meses se mueve desde hace tiempo ya en el vientre materno, para esa altura ha cambiado la manera de sentarse, de caminar y hasta de respirar de la madre.
Una niña era abusada por un tío al que conocía desde que nació, pero no solo debía cargar sola con eso.
Nadie de su entorno, Madre, padre, maestras, madre de las amigas, nadie observó nada extraño en ella.
Tuvo que llegar de urgencia, a un centro de salud, para que entre los enfermeros y los médicos, lograran rescatarla. Ocho meses mirando para otro lado, dos vidas en peligro.
Según UNICEF, en Argentina el Embarazo Adolescente no alarmante, cada 3 horas una mujer menor de 15 años da a luz.
Todos ellos están directamente asociados con la pobreza, la exclusión el abandono escolar y la violencia sexual. En la gran mayoría de los casos, se producen estos embarazo, producto de relaciones sexuales no consentidas. Sin embargo, la arcaica tradición que eleva al hombre a una categoría superior cuanto antes se inicia en el vida sexual, aún existe.
Generalmente, los adolescentes jóvenes (menores de 15 años) que comienzan su vida sexual, desconocen las consecuencias, tienen muchas dudas sin resolver y poca gente a quién recurrir en busca de información y ayuda. Sin embargo, en la gran mayoría de estos casos se ha detectado que han sido producto de una violación por parte de familiares o allegados a la familia de la joven.
La Alianza Argentina para la Salud de la Madre y del Recién Nacido (ASUMEN), sostiene que, siempre un embarazo adolescente es sinónimo de inequidad. Desde el año 2013 que la cifra anual que revela la estadística de embarazos adolescentes, no ha cambiado practicamente. Cerca de 3.000 bebés nacen anualmente de una madre menor de 15 años.
El país, como muchos otros de la región, pasa por alto políticas y medidas que puedan prevenir y ayudar a la víctimas de estos abusos y a sus bebés. Los derechos de cientos de menores se vulneran a diario y nadie pareciera verlo, mucho menos denunciarlo.