Tras tres días de tareas de rescate, el operativo para poder sacar a los 12 Niños y su entrenador de fútbol del lugar, han terminado. Los menores, de edades comprendidas entre los 11 y los 17 años, uno de ellos cumplió justo 17 estando en la cueva y el único adulto que iba con ellos cuando se adentraron, están a salvo.

Han sido semanas en vilo para, primero saber dónde y cómo estaban y luego por encontrar la manera de evacuarlos. Mientras se barajaban distintas teorías, las inclemencias del tiempo obligaron a las autoridades a tomar una decisión.

Para los expertos, era la maniobra más difícil y la más arriesgada, pero las lluvias monzónicas amenazan con demorar el rescate hasta dos meses.

Sin embargo, la determinación de las autoridades, ha dado el resultado esperado. Solo la muerte de Samarn Kunan impide decir que el rescate fue un éxito.

Por si la peligrosidad del lugar no había quedado del todo claro, horas antes de iniciar la evacuación de los niños atrapados, el buzo de la Marina Tailandesa de 38 años perdió la vida. Había llevado bombonas con oxígeno hasta el sitio donde se encontraba el monitor con los pequeños y al regresar, perdió el conocimiento, justamente por quedarse sin oxígeno.

La hospitalización y la falta de datos

Desde que el pasado 23 de junio se conociera la noticia de que un grupo de menores y su monitor habían desaparecido en Tailandia, muy pocos datos fueron lo que se transmitieron de manera oficial.

Se supo que los 12 menores de edad integraban un equipo de fútbol llamado Los Jabalíes Salvajes y que, el joven de 25 años atrapado con ellos en la cueva era su segundo entrenador.

La identidad de los niños no trascendió de manera oficial, así como tampoco se informó los motivos por los que se evacuaban a los primeros cuatro niños.

En un principio se especuló con que los primeros rescatdos fueran los pequeños que se encontraran en peor estado de salud, sin embargo, se cree que la peligrosidad de esta tarea pudo haber hecho que los efectivos que integraban el rescate optaran por ayudar a salir a los niños que se encontraban más fuertes tanto anímica como físicamente.

Poco se supo, también, de los niños que eran trasladados en helicópteros, cuando otros lo hacían en ambulancia. Del estado de salud, ya con todos fuera de la cueva, se sabe que es bueno y que la vida de ninguno corre peligro. No obstante, los pequeños y el monitor no han podido, aún, abrazarse con sus familiares porque se encuentran aislados en un módulo hospitalario.

Las autoridades intentan así, saber si han podido contagiarse o tener alguna infección producida por las condiciones ambientales de la cavidad. La gran mayoría han perdido cerca de dos kilos aunque no revisten una situación de mayor gravedad.

La carta del entrenador y los motivos por los que ingresaron a la cueva

Una que vez que los pequeños y el monitor fueron hallados con vida, una de las preguntas que ha girado en torno a este caso, ha sido saber los motivos que llevaron a los 12 niños y el joven de 25 años que los entrenaba a ingresar a esta cueva.

Pese a que el norte de Tailandia es conocido por la posibilidad turística de conocer distintas cuevas, ésta no suele ser frecuentada con esos fines, justamente por el entramado interno que presenta. Algunas especulaciones apuntan a que los menores habrían sido conducidos hasta allí como una especie de ritual de iniciación. Aunque lo cierto es que nada de esto se ha confirmado.

El entrenador de los niños, de 25 años, envió una carta a los padres de los pequeños. En la misiva pedía disculpas por el dolor y sufrimiento que esto les causaba. Ekkapol Chantawong es el segundo entrenador del equipo y durante los días que estuvieron atrapados en la cueva les enseñó a meditar.