El nieto de la reina Isabel II ha decidido decir adiós a la soltería de la mano de la actriz y modelo estadounidense, Meghan Markle. La actriz, previamente divorciada del productor de cine Trevor Engelson, ha aceptado la propuesta de matrimonio que le fue realizada en la República de Botsuana (África).

La pareja se conoció por mediación de unos amigos comunes en Canadá y desde entonces ha estado muy unida. La familia Windsor ha acogido muy bien a la joven, incluso la Reina ha dado el visto bueno al casamiento. "Harry no puede esperar para pasar el resto de su vida con Meghan" manifestó la fuente de la Abadía de Westminster.

La estadounidense ha disfrutado de licencias muy inusuales en el entorno de la Familia Real Británica. De hecho, acudió del brazo del Príncipe Harry al enlace matrimonial de la hermana de la Duquesa de Cambridge, Pippa Middelton, haciendo caso omiso de la claúsula "no ring, no bring".En esta clausula se prohibía de manera expresa que las personas que no tuviesen un compromiso en firme acudiesen a la boda.

¿Quién es la afortunada?

El hijo menor de Diana de Gales ha elegido como compañera de vida a una mujer ligeramente mayor que él y de una clase socio-económica distinta.

La intérprete de Suits es fruto de una pareja interracial compuesta por una instructora de yoga y trabajadora social afroamericana y un director de fotografía de ascendencia europea.

Dedica su tiempo libre a erigirse como defensora de las mujeres en la ONU. "Si las mujeres son parte del diálogo, entonces se hablará de todos los problemas y éstos se abordarán" señala la futura esposa de Enrique de Gales.

Concluyó sus estudios de Teatro y Relaciones Internacionales en la Universidad de Northwestern, situada en la ciudad de Evanston (Illinois).

Ha aparecido en series de televisión como la ya citada Suits, CSI Miami y Nueva York, Fringe, Sin Rastro o Sensación de vivir. También ha incursionado en el mundo del cine gracias a títulos como Recuérdame, Todo sobre mi desmadre o Cómo acabar con tu jefe.

Será la gran boda del año

El quinto en la línea de sucesión a la Corona británica protagonizará la boda más esperada del año.

La actriz desea una ceremonia sencilla, nada pomposa, lo que parecería imposible casándose con un miembro de la Casa Windsor. Sin embargo, teniendo en cuenta que la ley de Reino Unido impide que una persona divorciada pueda contraer segundas nupcias por la Iglesia, el enlace será por lo civil.

No encontraremos semejanzas con la de su hermano, el Príncipe Guillermo, que contrajo matrimonio en la Abadía Westminster, en un enlace plagado de ostentación y suntuosidad. No obstante, Isabel II de Inglaterra obsequiará a la joven pareja con un Ducado y, es más que probable, que los contrayentes ostenten el título de duques de Clarence.