Tras 27 días en paradero desconocido, Juana Rivas se ha entregado a la justicia este martes por la mañana. Apenas pasadas las 10.30 de la mañana, ha llegado a los Juzgados número 2 de Granada su abogada, María Castillo.

Isabel Rivas, hermana de Juana, lo hacía en segundo lugar, cerca de las 11,10 de la mañana. La presencia de la mayor de las Rivas ha servido para despistar a los medios que aguardaban la llegada de la granadina. Mientras, agentes de la la policía detenían en el mismo parking, y sin ser grabada por las cámaras, a su hermana desparecida desde el pasado mes de julio.

El juez de guardia ha decidido dejar en libertad provisional a Juana Rivas. En el auto que se ha hecho público tras la declaración de la mujer, el magistrado rechaza el pedido de la Fiscalía que pedía para Rivas la prisión provisional sin fianza. "Me voy a casa con mis Niños" afirmaba después de permanecer en los Juzgados de Granada cerca de 5 horas.

No obstante, Rivas debe enfrentarse aún a la decisión judicial que le exige restituya a los niños de 11 y 3 años a Italia. Emocionada y cansada, confesó sin precisar más detalles que durante estos días ha estado con sus hijos en un entorno rural en la misma provincia.

El juez de guardia que la mañana del martes ha recibido a Rivas consideró que no remite peligro de fuga.

Por el contrario, sí se han retirado los pasaportes de los menores para evitar que salgan del país y el espacio Schengen sin la autorización del padre.

Minutos después del ingreso de ambas mujeres, la asesora legal de Juana ha manifestado ante los medios que existe una nueva denuncia por violencia de género realizada el pasado viernes en el juzgado de turno.

La misma hace referencia a los hechos que Rivas ya había intentado denunciar en junio del 2016. En esta ocasión se alega que ambas partes se encuentran en territorio español, por lo que se podría iniciar la causa en el país.

Manuel Rivas, padre de Juana, ha asegurado ante los medios que no sabe los motivos de la entrega de su hija.

«Sabiendo que le van a quitar a sus niños, no sé por qué lo hace» afirmaba entre lágrimas el progenitor de Juana que acudió a Espejo Público a la misma hora que su hija lo hacía en los juzgados.

Cabe destacar que la mujer granadina estaba en búsqueda y captura desde el 8 de agosto, pese a que su paradero se desconocía desde el 25 de julio. Su ausencia en las comparecencias donde fue citada y especialmente, su negativa de llevar a los niños al punto de encuentro, motivaron esa medida judicial.

Visiblemente emocionado, Manuel Rivas ha comentado que su hija solía llamarlo para comentarle sobre los malos tratos. «De noche no tiene a donde ir, no hay contacto con la otra isla" ha sostenido el progenitor de Juana en clara referencia a algunos comentarios surgidos durante las últimas semanas que aseguraban que Rivas salía de noche dejando a los niños al cuidado del padre.

El pasado lunes, desde paradero desconocido, Juana ha escrito varias cartas. Entre ellas le envío una misiva al presidente de gobierno Mariano Rajoy y la Casa Real.

Una de las penas a las que podía haberse enfrentado Juana por desobedecer la orden judicial, era la de 4 años de prisión y la pérdida de la patria potestad por 10 años. Aunque abogados especialistas en divorcios y malos tratos, sostenían que, era una pena excesiva.

Un giro inesperado de la causa, podría suceder si la denuncia presentada por Juana Rivas, hace casi un año por malos tratos, terminase por condenar a Francesco Arcuri, ex pareja y padre de los niños.

"Seguiré luchando", afirmaba a la salida de los juzgados Juana Rivas, ante una multitud que la aguardaba con cánticos y pancartas.