El hecho de que España ocupe el segundo puesto en el ranking de países en que las mujeres se embarazan bien alcanzada la cuarentena invita a realizar un análisis sobre ello.

Los tiempos han cambiado, y con ellos las aspiraciones de la población femenina. Si bien, antaño, conseguir formar una familia suponía el summum de la felicidad, hoy en día, el éxito se mide en otros términos. Estudiar una carrera universitaria (o dos), hacer un máster, viajar por el mundo, desarrollar un proyecto profesional o hacer arte entran dentro de los deseos de las mujeres españolas, quienes no se resignan a considerarse únicamente madres.

Los avances médicos han posibilitado que la Mujer goce de libertad para decidir cuándo ser madre (librándola de ciertas limitaciones biológicas).Lo que supone, para muchas, postergar la maternidad hasta después de los cuarenta. De este modo, tener un hijo depende sólo del deseo de los progenitores.

En ocasiones no es por gusto

Es importante señalar, igualmente, la influencia de la crisis económica en el retraso de la llegada del niño/a. La mayoría de las mujeres, conscientes de que un bebé ya no viene con un pan bajo el brazo, espera a gozar de estabilidad económica para quedar encinta.

La falta de pareja estable también supone un impedimento para un sector de la población femenina que no concibe la maternidad sin estar acompañada.

Esperan el momento idóneo para que su primogénito tenga un hogar lo más feliz posible.

No todo es color de rosa

Es muy cierto que la biología nos marca unos ritmos, y somos nosotros los que a través de tratamientos médicos los modificamos. (Sin conseguir por el momento alterar el reloj biológico); pero esto no significa que estén exentos de riesgos para las mujeres. La Organización Mundial de la Salud considera que en cualquier embarazo cuya gestante sobrepase la edad de treinta y cinco años puede haber riesgo.

Deben tomarse, por tanto, las debidas medidas de prevención para evitar problemas tales como: aborto, diabetes gestacional, malformaciones cromosómicas (síndrome de Down), hipertensión, malformaciones en el feto, parto prematuro, parto múltiple y un largo etcétera. Resulta imprescindible extremar los cuidados para que el embarazo llegue a término de manera satisfactoria.

En conclusión, el retraso de la maternidad en España es el resultado de una mezcolanza de factores emocionales, psicológicos, económicos y sociológicos, que dan lugar a que las mujeres cada vez sean madres a una edad más avanzada. Este hecho conlleva consecuencias tanto positivas como negativas para los niños. Empero, es innegable que se disfruta de un control sobre la propia vida jamás visto en la historia de la humanidad.