El fin de semana señala un momento para reducir la velocidad, reflexionar sobre la semana que ha terminado y aclarar qué es lo que se desea realizar en la siguiente, y es difícil hacerlo con la cabeza enterrada en el móvil.

A continuación hay algunos consejos sobre cómo obtener una ventaja y comenzar a formar una relación más consciente con la tecnología.

¿Con qué frecuencia te resistes a la tentación de mirar tu móvil, solo para terminar desplazándote automáticamente por mensajes antiguos o revisando las mismas aplicaciones una tras otra vez?

Ahora dependemos de nuestros teléfonos para todo, desde comunicación y redes sociales hasta entretenimiento y banca.

Parece casi pintoresco recordar escenas de personas hablando entre ambos o leyendo libros en lugares públicos, sin embargo, era la normalidad hace tan solo una década.

¿Porque no paramos de mirar nuestros móviles?

Hoy en día, la mayoría de nosotros, en algún momento, nos hemos sentido adictos a nuestros teléfonos. Una explicación para esta sensación es que nuestros cerebros nos dan un pequeño estallido de dopamina, una hormona que indica placer, cuando interactuamos con nuestros dispositivos. Por otro lado y con una perspectiva diferente, estamos constantemente deseando la atención y la conexión que brindan nuestros móviles. Alguna parte de nuestro ego pide ser “liked” y "visto". Pero para la mayoría de las personas, la validación resultante es efímera, por lo que publicamos una y otra vez, acumulando likes y tratando de saciar ese hambre basada en el ego que nunca estará realmente satisfecha.

Una vez que nuestra adicción a la dopamina y el deseo de reconocimiento se combinan, pasamos a sentir que nuestros teléfonos dominan nuestras vidas, tanto así que realmente nos sentimos estresados y ansiosos cuando estamos lejos de ellos durante un tiempo. Sin embargo, adoptar técnicas de atención plena ayuda a formar una relación positiva, en lugar de una codependencía hacia la tecnología.

Ejercicios simples de Mindfulness que ayudan a combatir la adicción tecnológica:

1. Tomar un descanso.

Una forma de usar un teléfono con conciencia es hacer una práctica de guardarlo cuando uno viaja: en un autobús, metro o como pasajero en un taxi. Es importante no usarlo durante por lo menos 10 minutos . Hay que tratarlo como un ayuno.

A medida que se practica esta técnica el individuo empieza a aprender y desarrollar de nuevo su autonomía.

2. Pausa.

Otra práctica de mindfulness es simplemente hacer una pausa antes de usar su teléfono, preguntándose: "¿De verdad necesito revisar mis mensajes, correos electrónicos, Facebook, Instagram, etc., ahora mismo?" Haga una pausa y pregúntese si hay algo que realmente necesite verificar o responder. Siente ese impulso, y observa qué emociones nota al sostenerlo durante unos momentos.

3. Editar la configuración.

Por otro lado, hacer cambios de configuración en el teléfono puede ayudar a reducir su rol diario. Una opción es configurar todas las aplicaciones para que solo usen Wi-Fi, en vez de datos móviles; esto limitará automáticamente el tiempo de interacción.

También es aconsejable eliminar ciertas redes sociales y aplicaciones para acostumbrarse a no revisarlas todas constantemente.

4. Desarrollar conciencia.

Un principio importante de la atención plena de Mindfulness es estar siempre presente y consciente, esto significa centrarse en una cosa a la vez. En otras palabras, al usar un teléfono, asegúrate de que sea lo único que estás haciendo. Luego, comprométete a no usar el móvil mientras estás cocinando, caminando por la calle o realizando cualquier otra tarea. Es imprescindible la consideración de los móviles y dispositivos como herramientas para tareas importantes y urgentes en lugar de una fuente constante de datos. La mente humana no necesita una bombardeo constante de información.

Algunos de estos pasos pueden parecer radicales. Pero con el paso del tiempo al incorporar estas practicas y hacerlas rutinarias, la tecnología asumirá un papel más pequeño en la vida de cada uno. Incorporando una o más de estas técnicas simples, proporciona el descanso necesario para que la mente vuelva a tener el control, en vez de teléfonos, dispositivos o tecnología en general.