Lo indicado es usar fuego bajo, debido a que las reacciones químicas que se originan son menos perniciosas para el organismo que las que desencadena una cocción rápida.

Las estrategias nutricionales dirigidas a las personas con riesgo cardíaco se habían concentrado en aspectos relacionados con el contenido: nutrientes, restricciones calóricas, etc. Sin embargo, un trabajo científico pone énfasis, por primera vez, en el proceso de cocinar propiamente dicho. Cocinando a temperaturas más bajas, aseguran los estudiosos, se corren menos riesgos de padecer enfermedades del corazón.

Especialistas explican que, durante los procesos de preparación de los alimentos, se desencadenan unas sustancias que incrementan los riesgos de inflamación y, en consecuencia, los riesgos de enfermedades cardiovasculares. Estas consecuencias deben evitarse especialmente en el caso de sujetos diabéticos que, por su enfermedad presentan problemas de circulación.

Productos finales de glicación

Estas sustancias, los llamados productos finales del metabolismo de la glucosa (también conocidos como los AGEs), se generan rápidamente mientras la comida se prepara a altas temperaturas, lo que incrementa el riesgo de inflamaciones leves. Los AGEs tienen la capacidad de estimular a las células que desencadenan la inflamación, como es el caso de la proteína C reactiva.

Causantes de determinadas enfermedades cardiacas, entre ellas las ateroesclerosis.

Según estudios, los AGEs, podrían contribuir a la inflamación y acelerar las enfermedades, por lo que concluyen, que cocinando a temperaturas más bajas de lo habitual se podrían prevenir los procesos inflamatorios leves y así reducir el riesgo de padecer enfermedades coronarias.

Una reducción substancial del consumo de AGEs puede lograr una supresión efectiva de las moléculas inflamatorias, algo sobre todo importante en diabéticos, con la consiguiente prevención o retraso de la aparición de arterioesclerosis y otras dolencias cardiovasculares. Por ello, se recomienda cocinar los alimentos a fuego lento.

Para que la cocción conserve las vitaminas

La ciencia de la nutrición nos ha instruido que son varios los alimentos cuyo consumo aporta grandes beneficios a nuestra salud. Y esto es así, porque contienen nutrientes necesarios para el cuerpo humano. Entre ellos, quizás los más importantes sean las vitaminas.

Nos vale saber las propiedades de todos los alimentos de nuestra dieta, prefiriéndolos por su riqueza nutricional, si la destruimos al cocinarlos con un método equivocado. Nos referimos, a las largas cocciones lo cual lleva a que un alimento Saludable se transforme en uno inocuo, exceptuando las del grupo B, las demás vitaminas mueren con las altas temperaturas. No hay que olvidar que todos los productos vegetales y animales sufren al entrar en contacto con el aire. Es lo que se conoce como oxidación. Lo que las lleva a descomponerse y a perder sus propiedades.