La mayoría de las Mujeres padecen, por lo menos, uno de estos síntomas, los cuales comienzan una o dos semanas antes de la menstruación. En algunas mujeres, éstos pueden ser tan graves que logran interferir en su vida diaria y son llamados trastornos disforicos premenstruales.

Los síntomas más comunes, son:

  • Senos hinchados o doloridos.
  • Acné.
  • Dolor de cabeza.
  • Dolor en las articulaciones.
  • Aumento del apetito.
  • Cambios de humor repentinos.
  • Inflamación abdominal.
  • Antojos alimentarios.
  • Estreñimiento.
  • Sensibilidad a la luz y a los sonidos.
  • Cambios en los patrones de sueño.

Los científicos aua no han logrado descubrir una causa exacta, pero algunos estudios apuntan a que son por los cambios hormonales que se generan en el cuerpo de la Mujer esos días previos a la menstruación.

¿Cómo calmarlos?

Para controlar o calmar estos molestos síntomas existen numerosas soluciones naturales y químicas, siempre prescritas por un médico, el cual nos debe indicar el más adecuado o útil para cada uno de nosotras. A algunas mujeres nos beneficia el seguir hábitos alimenticios saludables, como una dieta sana y equilibrada, que incluya abundantes vegetales y frutas, y evitar el consumo de alimentos ricos en azucares, grasas saturadas y alimentos altos en sodio. Junto a eso, dormir 7 horas diarias, que es el mínimo requerido.

Muy importante, incluir ejercicios físicos, ya que éstos nos generan bienestar y ayudan a reducir la tensión típica de esos días del mes.

Se recomienda la práctica de ejercicios suaves, y que no impliquen demasiado esfuerzo.

En estos días del mes, ¿qué cosas nos ayudan?

  • Dieta sana y balanceada.
  • Comer en pequeñas cantidades y a menudo.
  • Evitar el consumo de sal y azúcar en exceso.
  • Reducir el consumo de bebidas alcohólicas.
  • Evitar el consumo de café y bebidas estimulantes.
  • Ropa cómoda y holgada.
  • Realizar ejercicio físico.
  • Efectuar actividades de entretenimiento.

¿Qué cosas nos perjudican?

  • Utilizar prendas ajustadas al cuerpo, que nos generan incomodidad y presión.
  • Elevados niveles de estrés.
  • Excesivo consumo de fármacos ansiolíticos y antidepresivos.
  • Utilizar calzado alto.
  • Resignarte a los antojos.

Es una condición frecuente, pero no existe claridad en cuanto sus causas. Lo realmente importante es sentirnos cómodas, y después de diagnosticado se puede instaurar el tratamiento adecuado, que si no lo soluciona, al menos aminora los síntomas característicos de esos días