El insomnio es la falta anormal de sueño, dificultad para iniciarlo (insomnio inicial) o mantener el sueño, despertarse frecuentemente durante la noche o despertarse muy temprano por la mañana, antes de lo planeado (insomnio terminal). Existen químicos en el cuerpo que determinan la calidad del sueño, entre ellas la melatonina, cuando se libera hace que te relajes, por lo tanto tengas sueño y posteriormente te quedes dormido.

Enfermedades crónicas que cursen con dolor o falta de aire (enfermedades reumáticas, fibromialgia, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma, insuficiencia cardíaca, reflujo gastro-esofágico, úlcera gástrica/duodenal) pueden ser la causa.

El insomnio es un problema entre los españoles: tres de cada cuatro lo sufren. Entre un 25-35% de la población adulta lo padece de manera transitoria y entre un 10 y un 15% (más de cuatro millones de personas) lo sufre de forma crónica, según la Sociedad española de Neurología. El 95% de la población adulta ha tenido algún episodio de insomnio transitorio en su vida.

La consecuencia del insomnio es que tendrás un sueño de poca calidad. Quizás al levantarte no te sientas descansado y las manisfestaciones de ello dependerán de la duración del mismo. Sí es una noche, presentarás palidez, ojeras, fatiga, puedes estar irritable, si son varias noches con insomnio presentarás probablemente, falta de concentración.

El no dormir por períodos prolongados las consecuencias mas llamativas son trastornos psicológicos, alteración del estado de ánimo, cansancio crónico, ansiedad, obesidad, depresión y hasta enfermedades cardíacas.

La mayoría de los casos de insomnio están relacionados con hábitos inadecuados del sueño, depresión, ansiedad, falta de ejercicio, enfermedades crónicas o ciertos medicamentos, por eso es importante identificar y tratar las causas subyacentes y hacer terapias conductuales.

Tu cuarto es tu templo

A medida que la habitación se parezca más a un santuario de descanso, mejor dormirás. A la hora de dormir, es momento relajarse y desconectarse del mundo externo a la habitación.

Pero, a pesar de todos los esfuerzos que hagas si no logras dormir, probablemente tu mente está concentrada en el día de mañana, en la lista de cosas pendientes o te despiertas y te quedas acostado mirando el techo, o te quedas dormido pero cualquier cosa te despierta (ruido, luz, sonido, etc...) es necesario tomar algunas medidas.

Tus mejores alternativas para conciliar el sueño

  • Crear una rutina para regular el sueño (reloj biológico) es decir, irte a la cama a la misma hora y levantarte a la misma hora.
  • Evitar los dispositivos electrónicos ordenador, el teléfono móvil, tablet, esos aparatos emiten luz azul a altos niveles que suprimen la glándula pineal, donde se produce la melatonina.
  • Evitar la cafeína después de las 14 horas (café, refrescos de cola, té) ya que la cafeína es un estimulante.
  • Hacer ejercicio, pero no 4 horas previas a dormir, el ejercicio vigoroso inhibe el sueño .
  • Despejar la mente antes de dormir, preparar las cosas para el día siguiente (lo que necesitarás o usarás) darse un baño relajante, desmaquillarse, cepillarse los dientes, leer un libro, estas actividades te darán el tiempo para relajarse.
  • Evitar antes de ir a la cama discusiones intensas, los problemas, responder correos, trabajar en algo que aumente el nivel de atención ya que suprimen la relajación.