Cuando mueren o se deterioran las células nerviosas de la sustancia negra perteneciente al mesencéfalo, surge la enfermedad de parkinson. Generalmente los primeros síntomas se presentan a partir de los 50 años de edad y afecta aproximadamente al 1% de la población mayor de 65 años y al 0,4% de la población mayor de 40 años.

Causas

Los detonantes del parkinson aún no han sido determinados con exactitud, a excepción de los casos producidos por traumatismo, drogodependencias, y ciertas formas hereditarias. Lo que si se conoce es que se produce una degeneración de las células de los ganglios basales, lo que ocasiona la reducción de dopamina y con ello, un daño en las conexiones de las células nerviosas que rigen las funciones motoras.

Para explicar la degeneración celular, se manejan varias hipótesis. Entre ellas está la exposición a pesticidas y toxinas, unida a alguna predisposición genética.

Signos iniciales

Los primeros indicios de la enfermedad son leves y pueden confundirse con otras afecciones asociadas a la vejez. Los principales síntomas son dolor en las articulaciones, dificultad para realizar ciertos movimientos, y decaimiento. El 80% de los de pacientes demuestran los síntomas en una sola parte del cuerpo al principio, luego en su totalidad.

De igual manera es usual que la persona afectada se muestre irritada o deprimida, sin causa aparente. Estas señales pueden perdurar por un periodo de tiempo prolongado, antes de que se manifiesten los signos propios que confirman la presencia del trastorno.

Tratamiento

Hasta ahora no se ha determinado la cura del parkinson, por lo que tratamiento tiene con finalidad disminuir la velocidad de avance de la enfermedad y de esta manera garantizar una mejor calidad de vida del paciente. Existen fármacos que favorecen la producción de dopamina o retrasan su desgaste.

En la primera etapa de la enfermedad, se administran los medicamentos menos potentes, mientras que en estadios más avanzados se indican los más fuertes.

La intervención quirúrgica puede actuar sobre la parte dañada del cerebro y solo se lleva a cabo en pacientes menores de 70 años de edad con incapacidad funcional muy grave y que no presenten signos de demencia. Uno de los puntos más importantes de la afección es el mantenimiento del tono muscular y de las funciones motoras mediante la rehabilitación física.

Diagnostico

Se torna difícil diagnosticar el parkinson en su etapa inicial, por lo que sus síntomas se suelen confundir con otras patologías. Lo ideal es realizar una tomografía axial computarizada para detectar las lesiones cerebrales en el mesencéfalo.