A estas alturas a nadie sorprende la evidencia de que las células madre resultan indispensables en la regeneración de la piel. Como sabes, el paso de los años y un estilo de vida estresante con pocas horas de sueño acaban degradando la calidad de la piel, convirtiéndola es más fina y menos elástica. El resultado final son las arrugas, la flacidez y un tono apagado y poco uniforme que afea y envejece.

Un nuevo hito en la medicina estética

En este sentido, mucho se ha investigado en torno a la capacidad de las células madre extraídas del manzano Uttwiler Spatlaber para reparar cualquiera de sus heridas dando lugar a numerosos ensayos con células madre vegetales.

Sin embargo, la novedad está en un reciente estudio realizado por la Universidad de Pennsylvania (EE.UU.), que apunta hacia una mayor estabilidad de las células madre adultas. A diferencia de las células madre vegetales, las contenidas en el tejido adiposo de los humanos pueden dividirse y crear nuevas células manteniendo intactas sus cualidades con independencia de la edad de su portador.

La importancia de este hallazgo no es menor, puesto que abre la puerta a un nuevo avance en la consecución de un rostro más definido, terso, luminoso y nutrido sin efectos secundarios ni riesgo a sufrir rechazos. De hecho, no pocas firmas de reconocido prestigio en el ámbito del cuidado estético como Biotherm, Juvena, Lancôme, Dior o Vichy ya se han puesto manos a la obra para sumarse a este propósito de incluirlas en su gama de productos.

Pero, ¿qué son las células madre?

Se trata de células capaces de asumir las funciones de otras células con el objetivo de reparar el daño sufrido en el organismo. Se sabe que pueden implementar esta labor reparadora liberando hormonas, rodeando el tejido afectado o despertando a las células inactivas.

Son numerosos los ensayos clínicos realizados para tratar diversas patologías a partir de la infiltración de estas poderosas células (Parkinson, lesiones en la médula espinal, miocardiopatías, quemaduras etc).

En lo que a dermatología y cosmética se refiere, su aplicación permite anticipar los cuidados paliativos a los efectos de los radicales libres y las machas producidas por la abusiva exposición al sol.

Como ves, este tipo de cosméticos inteligentes facilitan la labor de contrarrestar la flacidez, tan habitual en el ovalo facial, la zona de la boca y la papada, gracias a su estimulación del colágeno y la elastina, uniforman el tono, nutren y oxigenan la piel más profundamente, a nivel de la epidermis, incluso, en el caso de las pieles más castigadas.

A la vista del potencial que atesoran, no parece exagerado considerar a esta generación de cosméticos como milagrosos. Nunca la ciencia fue tan bella, ¿no cree?