Por lo general, las vacaciones terminan antes que el frasco de crema solar. Según entidades especializadas como el Comité de Cosméticos de la Asociación para el Autocuidado de la Salud o la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, los riesgos de utilizar un envase ya abierto, son muchos.
En primer lugar, la exposición a altas temperaturas a las que suele estar una crema o bloqueador solar, hacen que pierda muchas de sus propiedades. Fundamentalmente, es muy probable que el sol, la arena y el agua, alteren el factor de protección que indica en su envase.
Según un informe de la OCU, la relación calidad/precio no siempre está garantizada. De hecho, en el estudio remarcan que los productos que se pueden adquirir en supermercados son tan buenos o incluso mejor, que los que se compran en perfumerías. Se recomienda utilizar crema solar cada dos horas y después del baño en piscinas o mar.
El Verano es, además, una época especial para ocuparse de la piel y los lunares. Para prevenir lesiones y cáncer de piel es fundamental controlar los lunares. Vigilar la asimetría, los bordes, el color, el diámetro y los cambios ayuda a evitar enfermedades provocadas por el sol.
Según un estudio reciente, solo el 22 % de los españoles toma medidas para protegerse de la exposición solar. Una alimentación saludable y rica en nutrientes colabora para ganar salud, además de color.