El espacio reservado para el último artículo que cierra la trilogía sobre el radón es para la comunidad científica española, que ha estado peleando contra viento y marea durante más de 30 años para que las autoridades políticas de nuestro país se tomen en serio, a instancias de la Unión Europea, las continuas alertas sobre los graves riesgos para la salud pública de este gas tóxico, también respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La ley antiradón europea, puesta en marcha este mes, es el resultado del duro trabajo que han desarrollado durante mucho tiempo dos universidades españolas, pioneras en la investigación en este campo, como son la de Cantabria (UC) y la de Santiago de Compostela (USC-Galicia).

Sus responsables, Luis Quindós y Alberto Ruano, señalan la relación directa entre el gas radiactivo y el cáncer de pulmón, ocasionando miles de muertes por esta causa.

El Laboratorio de Radiactividad Ambiental de la UC, a través de su grupo de investigación, lleva ya funcionando durante más de 40 años y es la más experimentada en España en todo lo que rodea al radón. Fruto de esta dilatada experiencia, le ha convertido en el único centro a nivel nacional que está acreditado por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) para la medición del radón en aire y su exhalación en suelo.

Más de 10.000 mediciones en 40 años

El laboratorio cántabro ha colaborado en el estudio impulsado por el Consejo de Seguridad Nuclear para analizar viviendas de todo el país y medir el nivel de este gas nocivo, y contribuir de este modo a determinar dónde puede haber una mayor concentración de radón en la naturaleza.

El catedrático de Radiología y Medicina Física, Luis Quindós, es su actual director y lleva a sus espaldas más de 10.000 mediciones de radón realizadas durante 40 años en distintas viviendas de la Península ibérica.

Quindós aseguró que la toxicidad del radón hay que tomársela en serio e hizo referencia a los datos facilitados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la que afirmó que el esta sustancia tóxica es la principal causante de entre el 3 y el 14 % de las muertes por cáncer de pulmón en el mundo: "Este porcentaje de fallecimientos por radón es el equivalente en España a los que mueren en los accidentes de tráfico".

También el director del Grupo Radón de la UC advirtió, en declaraciones publicadas por Europa Press, que "fumar en sitios con radón multiplica por 40 ó 50 el riesgo a sufrir un cáncer de pulmón". Luis Quindós reconoció que en España se ha hecho poco para tomar medidas durante mucho tiempo: "Después de 40 años que llevo trabajando en este campo, se ha hecho algo, pero muy lentamente.

En este país informar de radiactividad es crear alarma social"

Laboratorio referente en Galicia

El Laboratorio Radón de Galicia de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) es el segundo laboratorio en realizar más mediciones de este gas noble y también ha contribuido con sus continuas investigaciones a que se haya dictado una normativa europea para mantener a raya el radón. Hay que recordar que la comunidad autónoma gallega se puede considerar como la que más sufre este problema en toda España y cuenta con un grupo de investigación cualificado que ha realizado más de 3.000 mediciones de este gas tóxico en los edificios y zonas, de trabajo pero siempre se encontró con la negativa de las autoridades políticas locales para tomar cartas en el asunto.

Alberto Ruano, profesor titular de Medicina Preventiva y Salud Pública de la USC y uno de los investigadores más destacados del laboratario gallego de radón, coincidió con Luis Quindós en el peligro potencial para la salud de este gas radiactivo, en declaraciones realizadas al diario La Opinión A Coruña: "Hoy por hoy se sabe que influye en la aparición del cáncer de pulmón. Además, se han hecho cuatro estudios sobre el radón y el cáncer de pulmón" y encontramos una relación directa".

Ruano se mostró crítico con el nivel de medición de radón establecido por la Unión Europea en la nueva normativa de 300 bq/m3: "En Estados Unidos se marca un máximo de 150 bq/m3 y la verdad es que no entiendo porque la UE marca el límite de 300.

Además, había un informe de la OMS de 2009 realizado sobre 21,000 personas, en el que se indicaba una relación directa entre el radón y el cáncer de pulmón. Por cada 100 becquerelios que sube en una vivienda, el riesgo de cáncer sube un 16 %.. A partir de los 200 becquerelios hay riesgo de cáncer de pulmón".

Para cerrar esta serie de tres artículos dedicados a este gas cancerigeno, les enumeraré los principales consejos que dan los científicos para rebajar la concentración del radón en los hogares y lugares de trabajo:

  • Es fundamental la ventilación de todos los rincones de la casa, aunque Luis Quindós matiza que "en los hogares con un índice elevado de radón, esto no es suficiente".
  • Mejorar la ventilación del forjado.
  • Instalar un sistema de extracción mecánica del radón en el sótano, el forjado o la solera.
  • Evitar que el radón se filtre desde el sótano hasta las habitaciones sellando el suelo y las paredes.