El bioquímico estadounidense Barry Sears ya relacionó hace 20 años el poder de los Alimentos frente a la inflamación y en nuestros días volvemos a ver lo bien encaminado que iba Barry. Entre los alimentos a tener en cuenta se incluyen las fuentes de hidratos de carbono, que no debe exceder el 40% de la dieta diaria. Pero no todos los hidratos de carbono son iguales... ¿Qué fuentes debemos elegir?

Daniela Morandi, nutricionista especializada en estrategias nutricionales, nos habla de ello.

"Cuando hablamos de un 40% de carbohidratos muchas personas cometen el error de no especificar que esto significa que sea un 40% de hidratos de carbono de baja carga glucémica. Debemos hacer hincapié en que las repercusiones negativas en términos de respuesta sobre la insulina pueden ser evidentes incluso si se comen pequeñas cantidades de hidratos de carbono "desfavorables" (es decir, de otra carga glucémica).

He visto a lo largo de los años que muchas personas dan la bienvenida a este concepto, pero no van al fondo de la cuestión.

La elección más saludable y recomendable es elegir los integrales, en cuanto a términos de respuesta glucémica, pero hormonalmente hay mucha diferencia.

Debemos elegir carbohidratos basados en el índice glucémico. Esto contrarrestará problemas como la diabetes, la obesidad y Enfermedades cardiovasculares. Si queremos obtener una acción anti-inflamatoria y además adelgazar deberíamos sustituir los carbohidratos desfavorables por los favorables. 

Las verduras son casi todas aceptadas en este tipo de dieta, excepto algunas como zanahorias, patatas y legumbres por su índice glucémico. también hay que prestar atención a los tomates porque nacen como fruto y tienden a ser suficiente azucarados como para dar problemas en caso de inflamación.

Desde haceaños se cree que las frutas desfavorables son el plátano, sandía, melón, caquis, uvas e higos entre otors. Es agradable descubrir que todo depende de la glucosa y que la misma reactividad es diversa en la misma pieza fruta siendo consideradas como inocuas la manzana, pera, kiwi, piña... incluso se venden a menudo como la panacea, y en realidado tienen una reactividad glucémica muy distinta.

Si clasificamos la fruta de verano debemos tener más cuidado porque la maduración con la luz solar aumenta el índice glucémico. Por ejemplo, no tiene el mismo índice glucémico un albaricoque y un melocotón en junio que en agosto. Y se trata de la misma fruta pero muy distinta dependiendo del mes que se coma.

Lo importante no es tanto clasificar la comida en buena o mala sino ver su índice glucémico en el momento que se quiera comer.

Así que lo mejor es comer la fruta cuando no está demasiado madura por una cuestión de azúcares.

No todos los hidratos de carbono, por lo tanto, son iguales, incluso cuando razonamos dentro de la misma categoría de alimentos. Con las decisiones correctas se puede elegir la alimentación más adecuada para combatir la inflamación a lucha contra la inflamación pero nunca debemos dejar de olvidar que cada caso es especial y que antes de tomar cualquier decisión se debe acudir a un especialista para que haga un análisis de nuestra situación en particular.