La tecnología, hoy en día, está dando pasos realmente importantes, logrando en muchos casos mejorar nuestras vidas de manera decisiva, haciéndola a menudo más fácil. Pero lo que comentaré hoy en este artículo es un tema que sin duda corre el riesgo de crear grandes debates entre los amantes de los animales y los que no lo son.
El investigador Jean-Loup Rault, de la Universidad de Melbourne, dijo que en el futuro, que a día de hoy aún se ve demasiado lejos, nuestros amigos de cuatro patas, podrían ser reemplazadas por "Robopet". Es decir, perros y gatos robóticos que serían capaces de imitar a la perfección las hazañas de nuestros queridos cachorros.
No penséis que vosotros no lo llegaréis a ver porque aunque aún quede bastante tiempo para que ocurra, la tendencia de la vida es esta, y cada vez la tecnología avanza más rápidamente así que lo que ahora parece lejano, en breve, no lo parecerátanto...
¿Qué tienen de bueno los Robopets?
Según los investigadores de esta universidad, las ventajas de estos animales robotizados serían muchas; comenzando desde un asunto puramente económico, pasando luego a la eliminación de problemas como alergias u tras enfermedades, hasta el hecho de que, con la superpoblación establecida, tener un animal en casa podría convertirse en un lujo que no todos podrían tener.
El país donde mejor parece haber cogido en esta innovación es, no hace falta decirlo, Japón, donde ya en la década de los 90 había sido creado el pollito digital que había que cuidarlo como si fuera real.
Seguro que cuando diga el nombre os acordaréis de él: el famoso "Tamagotchi" que fue capaz de ganarse a más de la mitad de la población del mundo, que se dice pronto. Ya hay numerosas patentes para perros robot que tienen un buen número de solicitudes. El problema que emerge es sobre todo ético.
Robot Dog: Tecnología y ética
El mismo Dr. Rault, se pregunta qué pasaría si el hombre se acostumbrara a un animal robot, un ser que no necesita alimentarse, beber o simplemente pasear. El miedo, completamente fundado, lleva a uno a pensar que esto correría el riesgo de cambiar drásticamente la forma en que el hombre se acerca e interactúa con otros seres vivos.
Porque se pierde esa necesidad de cuidado y de empatía o de ver si el perro o gato están bien. Y sacarlos a pasear a diario para que puedan hacer sus necesidades, etc.
Dejando a un lado esta cuestión ética, me gustaría cerrar este artículo, preguntándo si el hombre necesita renunciar al afecto real que nuestros cachorros pueden brindarnos, solo para evitar tener que bajar por la noche, o temprano a primera hora de la mañana, bajo la lluvia, para que nuestro amigo de cuatro patas haga sus necesidades.
Es cierto que la tecnología da pasos de gigante, pero, en este caso, solo se arruinaría la relación más pura y sincera que existe en el mundo. Entre un ser humano y un animal.