El 'Burnout' es un trastorno emocional relativamente reciente que está relacionada con el ámbito laboral y el estilo de vida que se lleva. Las consecuencias son graves tanto a nivel físico como psicológico cuando el síndrome se hace presente. Es un tipo de estrés laboral crónico.

Los principales síntomas son agotamiento intenso, desapego por el trabajo dando esto lugar a comportamientos negativos, baja autoeficacia y falta de realización personal. Además a esto se le pueden añadir frecuentemente síntomas emocionales como la ansiedad, depresión, ira, hostilidad y alteraciones del comportamiento como el ausentismo laboral o hábitos tóxicos (consumo de sustancias como el alcohol o las drogas).

Cuando este desgaste profesional es bastante duradero pueden aparecer secuelas en nuestra salud física como las cefaleas, el insomnio o incluso trastornos gastrointestinales.

Los puestos de trabajo que posiblemente causan el 'Síndrome Burnout'  son los relacionados con la atención al público, los que tienen un alto nivel de responsabilidad, las jornadas laborales demasiado largas y los trabajos monótonos y aburridos. Esta enfermedad, que puede convertirse en crónica, no sólo es sufrida por el propio empleado sino también llega a convertirse en un problema para la empresa en el momento en que este trabajador no rinde, se ausenta o se da de baja laboral a causa de este problema.

Se puede prevenir adoptando un estilo asertivo con nuestros compañeros y superiores para que el trabajo no se vea deteriorado por malos entendidos.

Además es importante comprometerse solo ante las tareas para las que realmente nos vemos capacitados. Debemos ajustar nuestras expectativas e ideales y ser realistas con nuestro trabajo, dejando de ser demasiado optimistas o demasiado pesimistas respecto a este, para ello es importante plantearnos metas a corto plazo y de carácter realista, teniendo en cuenta que nuestras expectativas laborales deben ayudarnos a crecer profesionalmente.

El Síndrome Burnout puede tratarse mediante técnicas de relajación como la meditación, además se pueden incluir a nuestra rutina diaria estiramientos y ejercicios antiestrés para evitar la tensión muscular en ciertas zonas del cuerpo que suelen sobrecargarse en las largas jornadas laborales. La práctica habitual de algún deporte también reduce los efectos del estrés, además mejora nuestra salud y nos ayuda a desconectar de nuestros problemas. También puede ayudarnos la terapia psicológica y llevar un estilo de vida saludable, evitando el tabaco, alcohol y durmiendo las horas necesarias.