La implicación de las FAS en la lucha contra el COVID-19 ha sido completa desde que en marzo pasado se declarara el estado de emergencia. A menudo esta dedicación tan visible a la sociedad, y bastante necesaria dado los tiempos que corren, hizo destacar el temor de ciertos analistas que los ejércitos podían haber perdido operatividad, pues esta dedicación en la lucha contra el coronavirus les habría restado tiempo y recursos para su adiestramiento. Y lo cierto es que quizás curándose en salud ante una suspicacia semejante las FAS han incrementado su instrucción este mes, con multitud de acciones para mantener esa operatividad imprescindible en unos tiempos en que la lucha contra el Coronavirus lo impregna todo.

Asalto a barcos secuestrados

La experiencia de rescate de buques secuestrados ganada en la Operación Atalanta contra la piratería ha dado una nueva razón de ser a las tareas operativas de la Armada, de este modo son docenas los barcos abordados y centenares los rehenes liberados por la acción de las unidades de Infantería de Marina como por la Fuerza de Guerra Naval Especial, FUGNE, de la Armada en el contexto de la lucha contra la piratería.

Sin embargo estos rescates siempre se realizaron en buques pequeños o de porte mediano, si una operación de rescate tiene lugar en un barco de gran tonelaje y más si es de pasajeros la dificultad del operativo es mucho mayor. Es por ello que con la colaboración de la compañía Balearia se ha realizado un ejercicio de rescate de rehenes tomando el transbordador de línea “Sicilia” como objetivo del rescate.

Para ello se suponía en el ejercicio que el “Sicilia” había sido capturado por una célula pirata que pide un millonario rescate por barco, tripulación y pasajeros. La FUGNE se moviliza casi al completo para la operación de rescate desplegando hasta cinco "Estoles", secciones de infantes en argot naval, y un Elemento de Mando y Control que dirige la operación desde un helicóptero Sea-Hawk.

Los comandos de la FUGNE asaltan el barco por mar y aire simultáneamente. Por aire empleando helicópteros Sea-Hawk y Sea King que desembarcan a las tropas mediante rappel en las cubiertas del navío, que además permiten el aterrizaje de helicópteros. Y por mar empleando tres lanchas rápidas Supercat que abordan al “Sicilia” por ambas bandas pegándose a los costados del barco.

El asalto es simultáneo en los dos frentes, mar y aéreo, para confundir al enemigo y este se vea impotente en cubrir todos los flancos.

Previamente tiradores de élite han abatido a los piratas que deambulaban por cubierta con disparos de precisión por lo que las escuadras de asalto solo deben enfrentarse a unos pocos enemigos con lo que tras una breve refriega barco y rehenes son rescatados.

Estos ejercicios no solo son buenos para la Armada, sino también para el personal civil del barco "rescatado", pues en ellos se instruyen en como actuar si se diera una acción real si el barco hubiera sido secuestrado y se diera una operación de rescate, además de entrenarse en garantizar la seguridad del mismo.

Para dar más verosimilitud tras el rescate una unidad de apoyo Cívico Militar, CIMIC, aborda el navío para tratar medica y psicológicamente a los rehenes liberados tal si fuera una acción auténtica.

Aumento de capacidades con los nuevos drones

Por parte del Ejército del Aire, EDA, los drones Predator MQ-9 adquiridos el pasado año a los EEUU ya han completado su período de adaptación y se encuentran perfectamente operativos con sus tripulaciones formadas y las infraestructuras de mantenimiento en funcionamiento. Para celebrar este hito el Rey Felipe VI visitó la Base de Talavera la Real donde se encuentra el Ala-23 que es la que emplea estos aparatos y conocer los detalles de esta aeronave, su manejo y el partido táctico y estratégico que se le sacará a partir de ahora.

Estos drones se emplearán en principio solo en tareas de reconocimiento, pero podrían ser armados y empleados en tareas de combate tras pasar por talleres para cambiarles las alas y dotarles de un software específico, solo hace falta el correspondiente presupuesto y la voluntad política de hacerlo.

Adiós al avión Hércules

También el Ejército del Aire ha pasado por un momento de nostalgia en este mes de diciembre cuando ha despedido a sus míticos aviones de transporte C-130 Hércules ya con cuarenta y siete años de servicio, empezaron a llegar en 1973. Encuadrados en la zaragozana Ala 31 los "Dumbo", apodo que recibieron por su tamaño, han recorrido todo el planeta en toda clase de misiones llevando toda clase de cargas: tropas, armamento, equipo, material vario, ayuda humanitaria, medicinas.

Evacuado a miles de refugiados, transportado heridos e incluso traído a España el tesoro de la fragata "Mercedes", expoliado por una empresa cazatesoros estadounidense y cuya devolución se ganó en los tribunales de EEUU.

Ahora bien, es un relevo ordenado pues su avión sustituto el A-400M ya está operativo y en pleno proceso de entrega por lo que las capacidades de transporte del EDA no se pierden sino que aumentan con la nueva aeronave, un solo A-400 puede hacer el trabajo de hasta cuatro Hércules por superior capacidad de carga, velocidad, autonomía y fiabilidad.

Los C-130 dados de baja serán vendidos a terceros países, dos ya han sido adquiridos por Uruguay que los recibirá este mismo mes de diciembre.

Los más avejentados serán usados para obtener repuestos y se guardará uno en condiciones de vuelo para ser exhibido en el Museo del Aire de Cuatro Vientos en el que podrá hacer exhibiciones aeronáuticas.

Nueva campaña Antártica

Tras complementar un intenso programa de ejercicios y maniobras para mantener su nivel de operatividad al tiempo que mantenía su campaña contra el coronavirus, el Ejército de Tierra ha vuelto a retomar entre sus misiones internacionales su Campaña Antártica, interrumpida este año por la pandemia presentando al equipo de militares del ET que se instalará en la base "Gabriel de Castilla" en la isla Decepción en el Polo Sur.

El traslado de la unidad al Antártico se realizará al poco de iniciarse 2021 con el inicio del verano austral y ya prevenidos de la existencia del COVID-19 se espera que esta expedición no vea truncada su misión como fue la de 2020 que debió retornar antes de iniciar la campaña.

Como cada año se reactivará la campaña solidaria "Apadrina un pingüino" por el personas y entidades podrán apadrinar a uno de estos animales de la zona para favorecer su cuidado, alimentación y atención veterinaria y así preservarlos de la extinción.

En la parte negativa de este mes de diciembre es preciso destacar que por tiempo de servicio se ha dado de baja el buque de transporte "Martín Posadillo", propiedad del ET y manejado por la Armada, y todavía no se dispone de un sustituto lo que deja a la flota con un buque menos y sin el remplazo correspondiente. Esta pérdida continua de buques por antigüedad está afectando en mucho a la Armada y puede poner en riesgo su capacidad operativa a medio y corto plazo si no existe una pronta entrega de buques nuevos. Un problema realmente preocupante.