El término de periodista "empotrado", embedded en inglés, se empezó a popularizar en la Guerra de Iraq en 2003 cuando una serie amplia de informadores internacionales fueron asignados, "empotrados", en distintas unidades militares estadounidenses y cubrieron el conflicto conviviendo con las tropas americanas, trabajando con ellas en primera línea y realizando su labor informativa junto a los soldados de EEUU en primera línea del frente.

Esta medida venía activada por las amplias y airadas quejas que sobre censura, desinformación y uso casi único de comunicados oficiales había padecido la prensa en la Primera Guerra del Golfo, en la que salvo excepciones puntuales, toda la información pública había sido controlada por el mando de la Coalición, y en particular, el estadounidense, deseoso de no repetir los errores de la Guerra de Vietnam en materia de comunicación, considerados una de las causas de la derrota americana en ese conflicto.

Por ello, la figura de un periodista empotrado en una unidad combatiente -que pasando por las mismas vicisitudes y peligros que los soldados, a los que consideraría en poco tiempo de convivencia y peligros sus camaradas de armas, unos con fusil, otros con cámara y grabadora- siempre daría un mensaje positivo de las fuerzas propias en acción.

Era una medida, que aunque tocaba la imparcialidad del redactor, fue muy bien aceptada por los medios en general, hasta el punto que la actividad general y común del periodista que cubre un conflicto es en calidad de periodista empotrado en una unidad militar.

Y es con la idea de mantener ese nivel de cooperación prensa/FAS que la Comandancia General de Baleares, COMGEBAL, organiza regularmente sus "Seminarios para medios de comunicación", en que informadores de distintos medios se "empotran" en sus unidades y pasan una jornada intensa de operaciones con las tropas del Regimiento de Infantería "Palma" 47.

Primera fase: Equiparse

La bienvenida y el saludo de los mandos del regimiento fue el aperitivo antes de pasar los periodistas por los almacenes de la Base Jaime II, sita a las afueras de Palma de Mallorca, para equiparse de casco, chaleco antifragmentos, esterilla, tienda de campaña y saco de dormir.

Acto seguido, subir al camión y trasladarse a la zona de vivac del campo de maniobras, donde se montó, con la ayuda de un soldado asignado a cada informador, binomio, la tienda de campaña individual.

Tarea que no fue complicada por el sistema de varillas con el que se monta la tienda y facilita su colocación. Asegurada y con los "vientos" clavados al terreno, se pasó a degustar el rancho justo antes de empezar los ejercicios previstos.

Primer ejercicio: Patrulla

La experiencia afgana e iraquí con sus emboscadas, uso de bombas trampa mediante artefactos explosivos improvisados, IED, han hecho de las patrullas con vehículos una tarea muy arriesgada en la que es necesario seguir unos protocolos de seguridad muy estrictos para evitar caer en una emboscada o ser víctimas de una explosión.

Por ello, montados junto a la tropa en los vehículos VAMTAC, tan pronto aparece en la calzada un elemento sospechoso, se da alto; se sigue con una profunda inspección de los alrededores del vehículo, casi palmo a palmo, siguiendo una técnica de reconocimiento ya establecida, hasta que se localiza el posible IED y se permanece alerta para repeler toda agresión.

Localizado el IED, de disponerse de un equipo de desactivación de explosivos, EOD, se procedería a su desactivación o explosión controlada; de no contarse con tal, se señaliza el artefacto para su posterior destrucción y la patrulla sigue su camino por un sendero alternativo fijado previamente.

Segundo ejercicio: Tiro

Aunque unos periodistas fueron reticentes al principio, la realización de un ejercicio de tiro fue un regalo para los informadores que realizaron cinco disparos con el fusil HK G-36 contra un blanco a 50 metros, en posición de tendido y asistidos por sus binomios.

Sirviéndose de miras holográficas, la precisión y los agrupamientos de impactos fueron notables. Los informadores se fotografiaron junto a sus blancos y conservaron las vainas usadas como recuerdo.

Tercer ejercicio: Marcha con visión nocturna

Una exposición del armamento y material del Palma 47 precedió a una marcha de noche usando elementos de visión nocturna, monóculos AN/PVS, que dan una imagen en verde del entorno con apariencia de día, intensificando la luz estelar y lunar, el resultado es poder ver con toda claridad, como si fuera de día, aunque con la luz verde, sin más complicación de no perder el equilibrio al concentrar la visión en un ojo.

La cena con raciones de combate precedió al sueño, mal que bien, en la tienda de campaña para concluir la jornada y recibir un diploma acreditativo de la COMGEBAL al siguiente día.