El PP de Pablo Casado no apoyará la petición del Gobierno de alargar el estado de alarma recién instaurado el pasado sábado 24 hasta seis meses, solo apoyará una permanencia del mismo durante ocho semanas, con la idea de socorrer a la economía salvando la campaña de navidad y no perder el control parlamentario al gobierno, pues Pedro Sánchez no tendría la obligación de responder como presidente ante el parlamento durante seis meses si el estado de alarma reclamado por el PSOE fuera aprobado.
Aprovechando el triunfo del discurso de Casado en la moción de censura
En plena resaca de la fallida moción de censura presentada por VOX contra el gobierno de Pedro Sánchez y la intervención de Pablo Casado en ella reclamando ser el líder de una oposición moderada frente al histrionismo de Santiago Abascal, la intervención de Casado y su vehemencia, que dejó descolocado a Abascal pero a la vez arremetió contra el gobierno denunciando su incompetencia, le ha hecho ser reconocido por multitud de analistas como verdadero ganador del debate de la moción de censura y reafirmarse como líder de la oposición frente a la amenaza de verse superado por Vox.
Lo cierto es que muy crecido por este éxito, el PP ha planteado su alternativa al estado de alarma frente a las exigencias del gobierno del Psoe que más que una oferta de negociación presentó una modalidad que pedía más adhesiones inquebrantables y sin cuestiones que una verdadera estrategia para enfrentar el coronavirus, todo justificado con la excusa de las recomendaciones de unos "expertos" de desconocida identidad y mucho más desconocido expediente para doblegar el pico de contagios de la pandemia.
Nuevo estado de alarma
Aunque la restauración del estado de alarma no ha supuesto ninguna sorpresa para la opinión pública, la dejación de funciones por parte del Gobierno desde que concluyó el anterior solo ha servido para incrementar la ola, quedaba claro que esta nueva situación de emergencia no podía tratarse como en primavera con medidas tan radicales y contraproducentes como el confinamiento y el cese de la actividad económica.
Por ello, esta nueva excepcionalidad no incluye confinamientos ni cese de la economía, aunque se recomienda restringir voluntariamente las salidas personales e incluye un toque de queda nocturno de 23:00 a 6:00. Sin embargo, deja a las CC.AA. una hora de margen para ampliarlo o reducirlo según las circunstancias particulares por cada territorio.
Canarias con una tasa de contagios más controlada, no se ve afectada por este toque de queda y ya puede empezar a recibir turistas europeos, un verdadero balón de oxígeno en socorro de la castigada economía insular dependiente en su mayoría del turismo.
Ahora bien, el punto más novedoso es que el Ejecutivo reclama la extensión de ese estado de alarma durante seis meses, hasta el 9 de mayo, lo que evitaría que Pedro Sánchez compareciera en el parlamento para dar cuenta del mismo cada quince días como en la situación anterior, solo comparecería un ministro en comisión parlamentaria cada mes.
Mantener el control al gobierno
Evidentemente, un PP subido, tras su reciente éxito parlamentario no podía aceptar esto, así que su contrapropuesta es de prorrogar este estado de alarma solo dos meses para así no perder el control de gobierno y marcarlo de cerca en esta nueva gestión de pandemia de COVID-19.
No es casualidad esta elección de ocho semanas, pues tiene el precedente que el estado de alarma declarado en 2007 para contrarrestar la huelga de controladores aéreos duró exactamente ocho semanas, así que existe un precedente legal y una vez concluido este plazo el control sobre Sánchez podría ser inflexible.
Salvar la agonizante economía
La economía es un factor vital que el PP procura defender, de hecho, en un lugar tan emblemático como Madrid se ha servido del margen de flexibilidad horaria para ampliar los horarios de la hostelería. Y si se llega a las navidades y con ella su campaña de ventas sin estado de alarma, más porque es Pablo Casado ha impuesto este plazo bimensual y con ello el mérito de haber mantenido la economía a flote alargando los horarios y salvando las fiestas navideñas, la recompensa en votos y apoyos populares puede ser decisiva en una hipotética contienda electoral.
Reacción del PSOE
Lo cierto es que la contrapropuesta del PP no ha sentado bien en el PSOE, saliendo de inmediato la Ministra de Política Territorial, Carolina Darias, a exigir que el Partido Popular retire su contraoferta y se sume sin ambages a la petición del gobierno de seis meses de estado de alarma pues eso es lo que recomiendan "los expertos".
Con todo, no está muy claro si la opción del Gobierno va a salir adelante o por lo menos que genere unanimidades que serían poco menos que imprescindibles si el ejecutivo de Pedro Sánchez quiere implantar una medida tan radical.
El PP ya tiene su propuesta y es dudoso que Casado se eche atrás en ella sin quedar en evidencia, VOX ya ha anunciado el no y que incluso presentará un recurso de inconstitucionalidad y Ciudadanos solo ha admitido sentarse a negociar "sin lineas rojas".
Eso deja al PSOE solo con sus apoyos de investidura, a los cuales a priori tampoco les apetecería tener un presidente de gobierno al que no poder que pedir cuentas en medio año. El resultado de este debate aún está por escribirse.