Estamos en la ruina económica y se avecinan tiempos peores. Si ayer fue el peor día en la historia de la destrucción de empleo en España (900.000 personas se quedaron sin trabajo) debido a la crisis del Coronavirus, a esto se le suma el hecho de que el Gobierno está confiscando a diestro y siniestro el alcohol para la creación de hidrogeles, obligando a muchas empresas a cerrar.

Y es que debido al estado de alarma, la Guardia Civil, por orden del Gobierno, empezó a expropiar el alcohol y la glicerina de estas fábricas, lo cual ha llevado a problemas económicos a muchas de ellas, teniendo que despedir a trabajadores y obligándolas a parar la maquinaria.

Y las que todavía podrían continuar, habiendo pagado los cargos de la facturación sin cobrar, han tenido que echar el cierre.

La venta de cerveza ha aumentado un 78%

El Gobierno se ha convertido en el gran dueño de estos productos, el encargado de distribuirlos y de poner sus precios (el cual, sin menor duda, subirá). Recuerda mucho a la economía bolivariana (el famoso “exprópiese” de Hugo Chávez) y los antiguos propietarios se preguntan: ¿Ahora le tenemos que comprar al Gobierno algo que era nuestro para mantener las fábricas abiertas?

Dentro de esta tragedia para estos empresarios, algo “positivo” nos queda todavía, al menos para que nos haga reír y no llorar. Y es que en la primera semana del estado de alarma la venta de la cerveza aumentó un 78%, según el análisis general de Gelt, la cual denominó las compras de esta primera semana de confinamiento la compra de búnker”.

Gracias al cielo que ese alcohol no lo han tocado.

Del bar al domicilio, el ritual de 'cerveza y tapas' no se pierde

Sin embargo, este traspaso de bar a domicilio como sede del santo ritual de “cerveza y tapas” no va a compensar las pérdidas que va a sufrir la industria de la cerveza, pues a pesar de que la venta de esta se mantenga estable (aunque en un porcentaje mas reducido) en las casa particulares, el gran comprador de este producto, que era el sector de la hostelería, al verse forzados a cerrar, hace que la producción de la bebida no les compense demasiado a los fabricantes.

Hay que lavarse las manos y tener siempre un consumo responsable

Por supuesto, no se está haciendo ninguna llamada al consumo irresponsable, pero sí hay que mencionar que, en tiempos tan oscuros para la población, por favor, no nos quiten la cerveza. Ya bastante grave es la confiscación del alcohol para hidrogeles (del que depende en gran medida nuestra salud en cuanto a higiene personal), como para que ahora no podamos celebrar, brindar y dar las gracias a todas aquellas personas que están fuera, en primera línea de combate, luchando por nuestro bienestar.