La ley de libertad sexual quiere eliminar la diferencia entre abuso y violación, es decir, ninguna agresión sexual estará condicionada a la intimidación y violencia. Coincidiendo con la semana del 8 de marzo, el día internacional de la Mujer, la ministra de igualdad Irene Montero ha presentado esta ley en el Consejo de Ministros para que se someta a debate en el Congreso.
La reforma conocida como “Solo si es sí” se adapta al Convenio de Estambul, el cual pone como centro al consentimiento de la mujer. Así pues, toda penetración sin consentimiento será violación y este delito deja de estar condicionado por si hay intimidación y violencia, que serán agravantes.
Abuso versus violación
Esta nueva ley pionera que quiere terminar con la diferencia entre abuso y violación, castigará las violaciones con penas de 4 a 10 años, que pueden llegar con agravantes hasta 15 años. Según el DRAE, un abuso sexual es “un delito consistente en la realización de actos atentatorios contra la libertad sexual de una persona sin violencia o intimidación” y una violación es “un delito consistente en tener acceso carnal con alguien en contra de su voluntad”.
Nuevos delitos y agravantes: “piropear” estará penado
Irene Montero quiere poner a España en la vanguardia de los delitos de agresión sexual y los derechos de las mujeres.
Los nuevos agravantes son la agresión grupal, el suministro de sustancias o si la víctima es pareja, expareja o familiar.
Lo más novedoso de esta ley es el nuevo de delito de acoso ocasional o acoso callejero, es decir, los comportamientos o expresiones sexuales en la calle que pueden tener varias penas como arresto domiciliario, trabajos comunitarios o multa y alejamiento de la víctima. Antes “piropear” por la calle no estaba penado, ahora será un delito leve.
Otros casos de delito sexual será el “Stalking” o acoso reiterado, mediante seguimientos, contactos reiterados o usos de los datos. También el uso de tecnologías de la información y comunicación para humillar a la víctima o bien la infección intencionada de ETS o enfermedades de transmisión sexual.
Solución: la prevención
Esta reforma quiere ampliar el foco hacia todas las violencias sexuales y machistas que vayan en contra de la libertad de las mujeres. Esta ley, que pretende ser integral, también incluye la mutilación sexual femenina, el matrimonio forzado y la explotación sexual.
La solución que se propone es la prevención en todos los centros educativos mediante contenidos de educación sexual en igualdad y diversidad afectivo-sexual. Se harán campañas para sensibilizar a la población y se crearán “centros de crisis” para atender a las víctimas de delitos sexuales las 24 horas del día. Además existirá el derecho a la reparación integral, es decir, una indemnización en los casos graves para su recuperación completa: física, psíquica y social.
“Sola y borracha quiero llegar a casa”
La ministra de Igualdad, Irene Montero, aboga por la igualdad de género. Si un hombre puede llegar a casa solo y borracho sin tener miedo, ¿por qué las mujeres no pueden hacer lo mismo sin temor a que les pase algo? De este modo reivindica la libertad sexual de las mujeres para que no se pierdan en callejones oscuros.
El doble de agresiones grupales o violación “en manada” en 2019
El año pasado hubo 37 violaciones “en manada”, más del doble que en el 2016 y 2017. Los factores que se atribuyen a este aumento son el consumo de porno y la falta de una educación afectivo-sexual en la población. Y esta nueva ley pionera es lo que quiere evitar. Esperemos que se apruebe y que las mujeres podamos llegar sanas y salvas a casa, sin miedo.