Está a punto de iniciarse “Supervivientes” en Tele5. Esta noticia acapara las redes sociales, pero, ¿por qué?. Todo el mundo sabe que comer fast food no es beneficioso para el cuerpo y, con esta regla de tres, también se debería saber que el fast food televisivo no aporta nada más al cerebro que entretenimiento, morbo y cotilleo.

Cuando alguien va al gimnasio para ejercitar su cuerpo, necesita unos días para ponerse en forma. Y si lo hace durante 21 días, se convierte en un hábito. Entonces, ¿por qué no se hace lo mismo con el cerebro? Es nuestro músculo más importante, de él dependen los demás.

Actualmente estamos “infoxicados”, es decir, intoxicados de una cantidad abrumadora de información y estímulos, y seguramente queremos llegar a casa y desconectar con cualquier contenido que requiera cero esfuerzo.

Pero, ¿qué pasaría si en cambio de tener los concursantes de Supervivientes se realizara un programa con Supercerebros? Es decir, de forma popular se conocen más las vidas y cotilleos de los concursantes de realities, que de los eruditos españoles más importantes actuales. Seguramente si fuéramos por la calle y preguntásemos, poca gente sabría responder.

Fuga de cerebros (Brain Drain)

Desde la crisis económica ha habido una fuga de cerebros en España. En una década casi unos 90.000 trabajadores altamente calificados se fueron del país.

Mientras el Norte de Europa capta este talento, el sur de Europa se empobrece en capital humano y laboral. El gobierno, las administraciones y el sistema han permitido que eminencias de la ciencia, la ingeniería, la medicina o la investigación, se fueran a trabajar a otros países donde les pagaban mejor.

El negocio de los realities puede hacer que un solo concursante gane 12.000, 25.000 o 45.000 euros semanales.

Un sueldo que ni en sueños podría conseguir un médico o investigador. Seguramente si se realizara un programa de Supercerebros en prime time no tendría la audiencia que tienen los “famosillos” que hacen espectáculo.

Panem et circenses

Esta famosa frase que significa “pan y circo / juego”, describe a la perfección lo que sucede hoy en día.

No hay suficiente pan para todos pero sí, circo, y del bueno. Un entretenimiento que exige cero esfuerzo y que da mucho dinero. Mientras las masas estén ocupadas en estos banales asuntos, los poderosos pueden hacer lo que quieran y como quieran.

“Panem et circenses” fue escrito por el poeta Juvenal, que vivió durante el Imperio Romano en el primer siglo. Fue autor de 16 obras literarias agrupadas en una sola obra titulada “Sátiras”. Cuando escribió esta frase se refería a los problemas políticos de Roma y, con ella, quería denunciar el inmovilismo de los ciudadanos contra las maniobras de los líderes para controlar a la población. 20 siglos después tiene el mismo significado y es aplicable.

No solo la TV aporta entretenimiento, sino también el deporte.

Fijaos sino en un campo de fútbol, con su apariencia tan similar a un coliseo. Otro circo más que da mucho dinero y que mantiene a las masas ocupadas. Parece que en España se premia más al ejercicio y belleza física que al ejercicio y esfuerzo intelectual.

Entonces, si “el sexo y el dinero mueven el mundo”, y en la televisión es lo que atrae a la audiencia, ¿cómo se puede cambiar? Quizás con un cambio revolucionario en el sistema educativo y en las inversiones gubernamentales respecto a investigación, educación, I+D, etc. Somos lo que vemos y aprendemos, y si nuestros inputs son superarnos en cualquier ámbito y aportar al mundo, quizás valoremos más a la gente que lo hace. En un país cada vez más huérfano de cerebros, necesitamos más pan y no tanto “circense”.