Los medios de comunicación convencionales y la actualidad le dedican poco espacio y frecuencia de publicación al tema de la discapacidad y las personas que la viven. En el país, las pocas veces cuando abordan ése tópico, lo hacen de manera distante, con un lenguaje inadecuado, y se muestran pocos seguros en unos contenidos con los cuales no están familiarizados.
Sin embargo, la responsabilidad no es tan solo del comunicador, quien debe estar al día con todo el acontecer de la sociedad, también el dueño del medio está en el deber de poner su herramienta comunicacional al servicio de todos los sectores de la población.
Predomina el énfasis a la discapacidad en los medios
Hay que tomar en cuenta que cuando se habla de discapacidad, por lo general, el término se asocia con imágenes de incapacidad, tristeza, abandono, anormalidad, enfermedad, contagio y hasta temor (Villafuerte, M. y Endara, N.; 2013); es decir, se trata de estigmatizar y aplicar estereotipos erróneos a quienes, por diversos factores, tienen esa condición; lo que se traduce en una fuerte causa de exclusión y discriminación y, por ende, afecta la autoestima de la persona.
En el ámbito comunicacional el caso no es diferente. A pesar que se han hecho algunos esfuerzos por reivindicar su condición de persona, siempre utilizan frases como "a pesar de su situación ha lograd” o esta otra “Su discapacidad no ha sido un obstáculo para…” . Como vemos, en estas expresiones la discapacidad es lo primero que prevalece, es a lo que se le da mayor énfasis antes que a la condición de persona, y a los logros alcanzados.
Tratamiento diferenciado
Otro de los manejos negativos que practican los medios, es tratar ese contenido como si se tratara de colonos que luchan por preservar sus costumbres y reivindicaciones, de cuyo grupo el comunicador trata de diferenciarse, de dejar claro que él no pertenece a ese colectivo, pues está exento de presentar esa condición.
Acá se desestima el hecho de que la discapacidad es inherente al ser humano, todos pasamos por períodos transitorios o permanentes de discapacidad a lo largo de nuestras vidas (OMS, 2011); por tanto, los beneficios que se logren para su integración plena y efectiva a la dinámica social, son para toda la población.
Adicionalmente, por lo general, los medios audiovisuales en Venezuela presentan a las personas con discapacidad hablando de la problemática de ese sector, o como representantes de una organización en defensa de ese colectivo; no se les brindan la posibilidad de dar sus aportes en otras áreas de la sociedad.
Inseguridad en los profesionales de la comunicación
Es razonable que haya muchas dudas sobre cómo abordar las temáticas vinculadas a la discapacidad, para lo cual no han tenido una inducción o capacitación básica, y la investigación por iniciativa propia no se ve estimulada por la poca presencia de ese segmento poblacional en la dinámica social. De ahí que el tema toma características especiales y novedosas.
Adicionalmente, las facultades o escuelas de comunicación social no contemplan la temática en sus respectivas mallas curriculares, por el poco interés que muestran en la materia y la poca demanda de las empresas del ramo, en cuanto a formar profesionales de la comunicación con conocimientos sobre discapacidad.
Bajo estas condiciones el comunicador se encuentra en una incertidumbre si eventualmente requiere cubrir un acontecimiento, un evento o un hecho de importancia para el sector en cuestión.
Los contenidos que enfocan la discapacidad en los medios de comunicación no se les ha dado la importancia requerida para posicionarlo como un tópico de interés, a pesar que es significativo el segmento de población en esa condición.
Inherente a la condición humana
Aún no se ha asumido la discapacidad como inherente a la condición humana, si consideramos que en algún momento de nuestras vidas vamos a presentar períodos transitorios o permanentes de discapacidad.
Esto lo toman como cierto organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud y la ONU, en sendos informes sobre discapacidad del año 2011.
Persiste la tendencia a visualizar más las debilidades que las fortalezas en estos ciudadanos; y por ende a considerar la discapacidad como una enfermedad enfermedades, lo que no resulta de interés para los medios por estar dirigido a unas audiencias específicas.
No hay una inducción para entender esa realidad por parte de las ONG´s que agrupan al referido sector, ni de los entes competentes a nivel de gobierno, ni por parte de los dueños de los medios de comunicación; por tanto no existe interés es hacerla visible a las audiencias.
Moldear la mentalidad de las personas
Dilatados estudios sostienen que los medios de comunicación ejercen una influencia en la sociedad, “…creando tipos de conducta que influyen sobre la forma de actuar o de pensar en las personas” (Como la Vida Misma, 2014).
Y esto no es más que moldear la mentalidad de las personas que perciben su influencia. Lo cierto es que los medios pueden contribuir a crear el imaginario social sobre personajes, sucesos y fenómenos sociales.
Partiendo de estas proposiciones los medios son una herramienta de gran utilidad práctica para visualizar a los ciudadanos con discapacidad, sus necesidades de integración, inclusión y participación social; a los fines de concientizar a las audiencias al respecto, y se produzca entonces los cambios culturales necesarios, y por ende el perseguido reconocimiento social, que repercuta en una mejor calidad de vida de este segmento poblacional; lo que contempla también los aportes que estos ciudadanos puedan ofrecer a la comunidad.
Esto requiere de investigación y empatía con esos contenidos, en el ámbito periodístico, para asegurar su presencia y tratamiento adecuado; lo que promueve el conocimiento de la discapacidad tres modelos, y de las personas que conviven con ella.
Esta estrategia constituye otra forma de luchar contra la exclusión social, además de que fomenta la diversidad y el paradigma inclusivo que genere una movilización y promueva cambios sociales y culturales de participación social (Medios de Comunicación y Discapacidad, 2007).
Los grandes aliados
Por ello, los medios están llamados a ser los grandes aliados de este sector de la población. Se trata pues de despertar el interés sobre un tema que no es ajeno a la sociedad, ya que existe un alto índice de estas personas en el país.
El último informe sobre discapacidad de la OMS estima que el 15% de la población de los países de América Latina, presentan algún tipo de discapacidad.
Ello indica que en Venezuela existen un aproximado de 4 millones 500 mil personas con esa condición, las cuales deben ocupar el espacio social que les corresponde, lo que es una meta alcanzable con el concurso de los medios de comunicación.