La prensa oficialista ha destacado la noticia como un logro de la Revolución, una manera de reafirmar ante el mundo, la " correcta acción" del castrismo. En efecto, un reciente estudio ha arrojado la confirmación de que Cuba es el país con mejor desarrollo sostenible en el mundo y tal afirmación ha dado, al parecer, total euforia en la plana mayor cubana.

El índice de Desarrollo Sostenible fue diseñado por el Dr Jason Hickel y calcula el " desarrollo humano " de una sociedad a través del nivel de vida, de salud y educación además de tomar en cuenta los excesos que pueden afectar al Planeta.

Un estudio que puede ser serio, claro está, pero que deja muchas dudas en el caso presente puesto que, aunque el Desarrollo Sostenible no tiene nada que ver con el desarrollo puro y simple, es un tema que no deja indiferente.

Cuba, en la total miseria

Es conveniente analizar el resultado de esté estudio desde la posición de un cubano de a pie y no de cara a un mundo que acepta que aquello es una dictadura pero que sigue teníendo gran torpeza a la hora de denunciarla abiertamente.

Situar a Cuba como el país de más alto Indice de Desarrollo Sostenible es una ofensa para el pueblo. Los cubanos viven inmersos en un torbellino de represión que les corta todo medio de vida y, por consiguiente, todo desarrollo humano que es, precisamente, uno de los puntos que realza el estudio realizado.

La calidad de vida de un cubano se acerca a esa pobreza en la que solo se espera sobrevivir, minuto a minuto, a la vez que pasa gran parte del día buscando en la calle algo de alimento con el que volver a casa. Tienen hambre y lo poco que hay en el comercio sigue siendo regido por la cartilla de abastecimiento.

Los hospitales, como las viviendas, se caen en ruinas.

Centros hospitalarios faltos de higiene, de mobiliario, de sanitario y que, en fin de cuenta, no tienen nada que ver con la propaganda revolucionaria a esto hay que añadir, también, la escacez de medicamentos que se vuelven inexistentes causando estragos en los enfermos.

Los cubanos sufren de todo tipo de necesidades por lo que los famosos logros de la Revolución castrista han quedado en el olvido para casi todos ellos.

Piensan en abandonar la isla de la manera que sea, aún poniendo en riesgo la vida.

La represión según la dictadura cubana

No puede haber desarrollo humano cuando la represión es una especie de animal feroz que devora todo a su paso, incluso a sus propios hijos. En Cuba esa represión se vive y hasta se "respira", sin descanso. Los pasos y acciones de todo un pueblo, son vigilados y controlados por los que sirven al gobierno. La libre expresión falta a la cita y la cárcel espera a todo aquel que intenta jugar al peligroso juego de la democracia.

Cuba es, en definitiva, una cárcel bajo el sol. Una prisión en la que la gente muere poco a poco por culpa del yugo dictatorial unido a la más terrible de las necesidades. Pocas puertas de salida; el exilio o vender el cuerpo al turista del momento. La realidad cubana rompe en pedazos el índice de desarrollo sostenible.