Los miembros del Partido Socialista pasaron unas horas complicadas antes de la investidura de Pedro Sánchez. Aunque, finalmente, todo salió bien y lograron sacar adelante la investidura, la realidad es que los números podían no dar. En la mente de todos estaba la diferencia de un único voto del sábado pasado. Moncloa llegó a alertar que existía un riesgo real ante una investidura demasiado ajustada e, incluso, García- Page y Javier Lambán llegaron a mostrar su incomodidad en su círculo privado.

Pedro Sánchez logró algo que el verano pasado fue imposible; tener una investidura que se encarrilaba, pero con un margen tan extremadamente estrecho que su equipo se mostraba visiblemente nervioso.

Al final, Pedro Sánchez se ha convertido en Presidente con 168 votos, 165 votos negativos y un total de 18 abstenciones.

Algunos miembros del equipo de Sánchez se esperaban lo peor y los nervios eran palpables

Varios miembros de su equipo se temían lo peor, es decir que algún voto favorable se cambiase al “no” e hiciera que su candidatura volviera a caerse. O si dos diputados del bando del “sí” llegasen a fallar y no llegasen a tiempo al Congreso de los Diputados, enfermasenmo pasase algo que impidiese que votasen.

Por esa razón, el presidente en funciones tenía claro que nadie debía fallar, no podía haber errores, ni ningún tipo de imprevisto ni la ruptura de la disciplina de algún grupo parlamentario que se ha mostrado a favor de la candidatura socialista.

Incluso, durante las últimas horas del lunes 6 de enero surgieron rumores de algún voto de diputados del partido socialista “en conciencia”, pero no tardó en ser descartado completamente por la sede de Ferraz.

La votación del sábado con un voto de diferencia preocupaba y mucho al partido

Por todo ello ,desde Moncloa, habrían preparado todos los protocolos de prevención, además de tener en cuenta que el sábado pasado, durante la primera votación, el partido socialista ganó por un único voto.

Algo que ponía en peligro la investidura de Pedro Sánchez, en un momento en que la ultraderecha está subiendo en España.

Moncloa habría pedido al Partido Socialista que apretase filas alrededor de Pedro Sánchez y que despejase cualquier clase de duda entre todos y cada uno de los diputados socialistas. Se les pidió a los diputados socialistas que durmieran el lunes por la noche en Madrid para garantizar que el martes estuvieran en el Congreso de los Diputados.