En Cuba todo se encuentra controlado por la dinastía Castro; la vida de los cubanos, el transcurrir de la sociedad, el tiempo que recrea el pasado, el presente y el futuro, todo, absolutamente todo, es dirigido por los que inventaron la Revolución integrada por aquellos barbudos de la Sierra Maestra.

Los tristemente célebres Comités de Defensa de la Revolución, (CDR), se encargan de vigilar a los vecinos denunciando a todo aquél que tenga una actitud "sospechosa", es decir, que no esté a favor del gobierno comunista. El cubano es seguido constantemente por otro que suele ser un fiel "compañero" de la ideología castrista.

En la isla no existe la espontaneidad, se habla con miedo o a escondidas y hasta el humor llevado a cabo por los artistas tiene que ser escrutado minuciosamente por la cúpula dirigente de una de las más sangrientas dictaduras de Latinoamérica. La presencia castrista radica en el dominio a través del terror, en el corte definitivo de las libertades que son propias a todo individuo.

La serie de humor " Vivir del cuento"

Es el momento esperado por todos los cubanos, el humor de la serie " Vivir del cuento" les hace "escapar" de la dura realidad. "Vivir del cuento" es una serie cubana que narra las peripecias de Pánfilo y un grupo de vecinos. El hilo conductor de cada episodio es el humor al puro estilo cubano y las criticas muy abiertas a la difícil situación por la que atravieza Cuba.

Los vecinos expresan, sin miedos, la ausencia de los productos básicos y del hambre que los golpea. Raro es que, en plena dictadura comunista, tal tipo de acción se pueda llevar a cabo pero la seria lo consigue no sin encontrarse con los problemas que tal valentía puede ocasionar.

En la isla el llamado "humor de dos sentidos" no es bien visto por las autoridades supremas por lo que los chistes se han reducido al género insípido y sin la chispa que trae consigo el nacimiento de la risa.

El buen humor es controlado por la dictadura castrista como la vida, en general, de cada cubano.

"Vivir del cuento" posee ese famoso humor que es lanzado con doble sentido que tan pronto se comprende. La serie " expresa" lo que todo un pueblo no tiene derecho a gritar. Pánfilo y sus vecinos se han convertido en los mensajeros de un país totalmente oprimido.

La dictadura no les da la bendición

Como era de esperar, el gobierno lleva tiempo tratando de suprimir está serie, es evidente que nadie puede " atacar" la acción asfixiante que impera en el país y que tantos beneficios a proporcionado a la nomenclatura.

Pánfilo, interpretado por el actor Luis Silva, junto a todo el elenco de la serie se han convertido en feroces enemigos del desastroso proceso revolucionario. Ellos sacan a la superficie, utilizando un humor que había sido enterrado por decreto, la dramática situación cubana después de décadas bajo el yugo castrista.

La censura se concretizó a finales del 2019, cayó sobre el personaje de Facundo que tan magistralmente da vida el actor Andy Velázquez.

Se trata de un burócrata ineficaz, muy típico de la sociedad cubana actual. Un funcionario que depende totalmente de las ordenes que recibe de sus superiores.

Facundo abordó el tema de aquel " asalto" al mercado de Cuatro Caminos por parte del pueblo habanero, hecho que ocurrió hace unos meses y durante el cual los cubanos se abalanzaron literalmente sobre los productos que se vendían en la inauguración del primer centro comercial al estilo cubano, la multitud fue tanta que los responsables se vieron obligados a cerrar las puertas a solo unas horas de la apertura.

Las autoridades se apresuraron a calificar tal hecho como una indisciplina intolerable de los ciudadanos. El personaje de Andy Velázquez lo reprodujo desde el humor que hace pensar y resultó un trago amargo para los que no quieren que la verdad sea dicha.

La respuesta no tardo en llegar: el actor fue expulsado de la serie como castigo a su "rebeldía".

En realidad el castrismo mata de hambre a todo un país, los cubanos desean comer y cuando les presentan un poco de productos que no se encuentran con facilidad en el día a día la desesperación los hace reaccionar como seres del tercer mundo ante un trozo de pan y los dirigentes señalan el acontecimiento como: falta de disciplina. Facundo, por su parte, se pone de parte del pueblo lo que termina con la carrera artística de Andy Velázquez.