Es un hecho probado que cada vez los jugadores de Videojuegos queremos que las entregas de nuestros juegos favoritos sean más, mejores y que sus lanzamientos sean más rápidos. Esta celeridad lo único que consigue es que las empresas que nos traen los juegos que, a priori deseamos, se conviertan en una grandísima decepción, pues su tiempo de desarrollo se ha visto acelerado y muchas veces capado en pos de ofrecer el producto lo antes posible. Otras veces es más cuestión de que la propia desarrolladora empiece a explotar la marca que intenta vender.
El retraso de los videojuegos provoca decepción entre los jugadores
Por supuesto, esta introducción viene por algo, y es que durante esta semana pasada hemos recibido las noticias de varios retrasos en los títulos más esperados de los próximos meses, títulos de los que se habla muchísimo últimamente, de la talla de Final Fantasy VII Remake, el esperadísimo nuevo juego de los desarrolladores de The Witcher, del cual tenemos la serie de moda en Netflix, cuyo nombre es Cyberpunk 2077 además de otros juegos como el nuevo Marvel’s Avengers, de la franquicia de superhéroes, que también ha sido víctima de un retraso más que acusado o incluso Ironman VR.
Las razones que puede haber para estos retrasos
Las más importantes pueden ser dos, la primera de ellas, que el o los títulos que se deben lanzar están incompletos, mal optimizados.
Básicamente que no están bien acabados y necesitan pulir para ofrecer la mejor experiencia posible al usuario del sistema para el que sea creado.
La segunda razón puede ser, y más en el año en el que estamos viviendo con la cantidad ingente de información que manejamos, que se estén retrasando a propósito. El propósito del que estaríamos hablando es que sean títulos intergen, o intergeneracionales, ¿Qué quiere decir esto?
Pues nada más y nada menos que estamos en un año en el que se lanzarán al mercado las nuevas consolas PlayStation 5 y Xbox Series X y, si retrasan los lanzamientos, puede ser que saquen dos versiones de cada título, una para la generación actual, PlayStation 4 y Xbox One y otra para las anteriormente mencionadas consolas de nueva generación.
Si hacen que estos retrasos sean efectivos por la primera razón, no debería haber ningún tipo de queja, ya que si el jugador sale ganando, la industria irá como debe. En cambio, si por lo contrario la razón verdadera es la segunda, no vamos por el buen camino. Se pueden lanzar perfectamente una versión ahora para la generación actual, y otra más tarde para la nueva generación, siempre y cuando estén bien pulidas y contengan todo lo que tiene que hacer aquella obra perfecta o disfrutable. Qué más da hacerlo en dos tiempos diferentes, si van a obtener muchísimo más beneficio de esta manera.