Hoy estrenamos el análisis de la nueva entrega de la franquicia de rugby, en este caso Rugby 20, un simulador, en el que podremos jugar a este divertido deporte encarnando a nuestros equipos favoritos, y, si ningún equipo nos hace el peso, crear nuestro propio equipo, aunque no todo son luces y hay bastantes sombras en el título.

Aspecto gráfico

Este es el único título con todas las licencias oficiales de las diferentes ligas de rugby y las selecciones correspondientes, y en ese aspecto cumple sobradamente; los modelados, en cambio, no están a la par puesto que, tanto por modelado de jugadores como el detalle en sus caras para reconocer al jugador, no llegan a la calidad de otros títulos deportivos tales como los FIFA de EA Sports. También hay que señalar que no tienen el mismo presupuesto ni la misma popularidad, pero aun así un pelín más de mimo no estaría de más.

Los modos de juego son pocos pero acertados

Pasemos a los modos de juego que nos ofrece Rugby 20, son poquitos, pero muy acertados. El Quick Match, que sería el modo de partida casual, elige un equipo y márcate un partido contra otro, sin más, aquí es donde podéis hacer que ocurra el partido de vuestros sueños. Después tendríamos un modo liga, en el cual participaremos en un campeonato a elegir hasta alzarnos con el título de campeones; un modo online que tendrá dos opciones, la primera hacer como en el modo de partida rápida y elegir un equipo y el rival otro, pero la gracia de este modo es llevar tu propio equipo a competir, que podremos montar en el modo My Squad.

En este modo podremos ir montando diferentes equipos con los jugadores de los que disponemos y que podremos ir consiguiendo poco a poco mientras progresamos sobretodo en el siguiente modo de juego que sería el modo Solo, que sería el típico modo carrera en el que nos encargamos de llevar a nuestro equipo al estatus de leyenda.

Jugabilidad y control

Llegamos al aspecto más importante de cualquier simulador deportivo, el control y la jugabilidad. No hay ninguna queja porque el sistema es fluido, no hay ningún tipo de tirón y no suceden acciones injustas que estropeen la experiencia de juego pero, es uno de los peores aspectos del juego es el control.

El control es tosco, se siente confuso y no es natural. Las combinaciones de botones que se necesitan para hacer cada una de las acciones que propone el juego no son ergonómicas y se deben memorizar porque de lo contrario el fracaso está asegurado.

Aspecto sonoro

Por último y para acabar, el aspecto sonoro, la música que utilizan de fondo en los menús me parece correcta, agradable y hasta relajante en ocasiones, aunque parece más para tenis que para rugby.

El juego en su totalidad está en perfecto inglés, una traducción no habría estado de más, aunque también hay que recordar que nuestro país no es el mayor target para este deporte, aunque cada vez se popularice más y se celebren competiciones de altísimo nivel.