El sur de Francia es una de las zonas más bellas del país galo. Lo tiene todo: sol, playas y montañas, además de una historia rica y fascinante que permite recorrer diferentes épocas y hechos.

Uno de esos laberintos del pasado nos conduce hasta el gran Antonio Machado, el poeta que forma parte de la llamada Generación del 98 y que muchos descubren gracias al magistral cantante Juan Manuel Serrat. Resulta imposible desviar la atención de "Cantares" que, en la voz de Serrat, es todo un himno que atraviesa las décadas con fuerza y orgullo. Machado es "Cantares" y mucho más.

Machado es, única y exclusivamente: la Historia.

Collioure, la tumba de Antonio Machado

Para los franceses Collioure es algo aparte; una especie de Paraiso dentro del país. Collioure se encuentra en el corazón de todos como si ofreciera una magia con la que no se puede luchar. La carretera va jugando con las montañas, desde las alturas, entre el cielo y el mar, se vislumbra poco a poco la maravillosa playa.

El Mediterráneo, ese sublime Mediterráneo, se extiende ante nuestros ojos y se une, a lo lejos, con el horizonte. El corazón se achica. El pequeño pueblo se ofrece al visitante con las ganas del ser que desea que lo quieran. Si se viene desde Perpiñán, un enorme Cristo en la cruz da la bienvenida.

Las calles estrechas, totalmente pintorescas, se llenan de turistas del mundo entero que disfrutan de ese ambiente tan catalán. Encuentran el placer del mar y de la montaña ya que el lugar está rodeado por los Pirineos Orientales.

Comida de la tierra catalana pone su broche de oro; almejas y un buen vino llenan las terrazas de los múltiples restaurantes en los que las risas se mezclan con las conversaciones mientras los coches van y vienen sin cesar.

Una pequeña calle conduce hasta el cementerio y entonces ocurre un fuerte contraste; aquí reina el silencio y una gran paz, el bullicio parece estar muy lejos. Desde la entrada se divisa la tumba de Antonio Machado, como si el poeta quisiera tener el protagonismo que merece.

Turistas de todas las nacionalidades rodean está tumba sobre la que hay flores, objetos y una bandera española que recuerda al mundo que Machado es uno de sus hijos.

Un buzón recoge las cartas que llegan por correo con una emotiva dirección: Antonio Machado, cementerio de Collioure. El cartero del pueblo las deposita y, quizás, el poeta las pueda leer en su morada eterna.

No se le dice adiós a Collioure

Collioure es, sin duda alguna, un destino de veraneo, Un simpático trencito de calle pasea orondo a los turistas que desean descubrir el lugar, los lleva hasta las altas montañas y desde allí se comtempla una sublime vista de la zona catalana.

Siempre se regresa a Collioure, la eternidad de Antonio Machado.