La Sala Apolo, sitio donde tenía lugar el concierto, recibía a Mon Laferte como último show de su gira por Europa presentando su disco Norma, y el cual quizá sea el disco más personal de la artista, así como el más maduro. Después de pasar por ciudades como Vigo, Madrid o París, era la hora de hacer su parada en Barcelona.

Eran las 20:30 cuando se abrieron las puertas del recinto para que las más de dos mil quinientas personas que esperaban fuera pudieran disfrutar de tal ansiado concierto. Luces rojas y azules con un fondo oscuro era la puesta en escena que se podía observar desde la pista a la espera que los músicos, encargados de deleitar al público con sus instrumentos, sumado a la voz de la cantante, hicieran de las suyas en lo que sería una mágica noche.

Contundente inicio de concierto

Cuando los altavoces empezaron a reproducir Música salsera y las máquinas de vapor empezaron a largar humo, las luces se dirigieron al rostro de las personas que habían acudido al concierto y donde se podía ver reflejados la alegría por saber que en unos instantes saldría su ídola. Tras los vapores de humo apareció la figura de Mon Laferte, quien utilizó un vestido negro con tonos blancos, para empezar a dar muestra de su potente voz y así dar comienzo al concierto, para ello la primera canción fue Tormento.

Cabe destacar que a la vez que los músicos ponían el ritmo de salsa y bolero sobre el escenario con una excelente ejecución de saxofón, batería y guitarra, las mujeres del público iban acompañadas de una rosa en su peinado y cuando bailaban creaban una imagen muy bonita de ver, lo que una artista como Mon Laferte es capaz de crear con su música y la progresión que ha vivido durante estos años.

Mientras la cantante chilena hacia muestras de su capacidad vocal en canciones tales como Orgasmo para dos o Antes de ti, los músicos mostraron una gran capacidad de coordinación sobre el escenario ya que mientras tocaban los instrumentos iban ejecutando pases de baile a la vez y sin equivocarse. Mientras Laferte iba realizando movimientos sensuales con su cuerpo lo que creaba consigo una gran imagen digna de haber podido verla en vivo.

El momento más bonito de la noche

Con guitarra acústica en mano y acercándose al micrófono Mon Laferte anunciaba que las siguientes canciones que iba a interpretar, El Cristal y La Trenza iban a tener un destinatario especial, su abuela, cuya influencia en ella significó mucho cuando era pequeña.

Unas canciones que narran dos bonitas historias y que muestran el gran corazón de la cantante chilena que tiene hacia sus seres queridos, en concreto La Trenza, habla sobre los consejos que le daba su abuela antes de que Montserrat fuera al colegio. Unos consejos que trataban lo especial que iba a ser de mayor, algo que acertó ya que ha acabado en convertirse en una de las mayores cantantes de Latinoamérica.

Mientras canciones como Vendaval, Cielito de Abril o Flor de Amapola iban sonando a lo largo de la noche, llegó el turno de No te fumes mi mariguana, donde se vivió un cómico momento cuando alguien del público acercó a la cantante un elemento para fumar, lo que causó numerosas risas del público, mostrando así el buen ambiente que había en la Sala Apolo.

El concierto llegaría a su fin con la interpretación de las canciones Tu falta de querer y Mi buen amor, unos temas que fueron muy aclamados entre su público y vitoreados.

Mon Laferte se despedía agradeciendo al público de Barcelona el haber ido a verla ya que significaba mucho para ella que a la gente le gustara su música.