“Cuando Zaratustra tenía treinta años, abandonó su patria y el lago, y marchó a las montañas. Allí gozó de su espíritu y de su soledad y durante diez años no se cansó de hacerlo. Pero al fin su corazón se transformó, - y una mañana, levantándose con la aurora, se colocó delante del sol y le habló así: «¡Tú gran astro! ¡Qué sería de tu felicidad si no tuvieras a aquellos a quienes iluminas!” Friedrich NietszcheAsí habló Zaratustra, un libro para todos y para nadie.

Niestszche nace el 15 de octubre en el año 1854 en Weimar

Friedrich fue un filólogo, poeta y músico.

Sus obras escritas han ganado renombre gracias a que lograron influenciar a grandes personajes del mundo de la teoría y de la acción. Por ejemplo, personajes como el psiquiatra Viktor Frankl (1905-1997), quien sobrevive a los campos de concentración nazis y comienza a hablar de resiliencia, de cómo los dolorosos aspectos del pasado pasan a ser luz en el proyecto de existencia cuando se convierten en conocimiento de la vida para compartir y contribuir en conformar la perspectiva del humano. Esto es evidente en la obra El hombre en busca de sentido (1946) donde cita a Nietszche cuando afirma: “Quien tiene un por qué para vivir, encontrará casi siempre el "cómo"”.

Nietszche escribe Zaratustra entre los años 1883-1885

En esta obra que es considerada su mayor logro ideológico y de construcción de ideas trascendentales alrededor de la vida del hombre, el autor consigue recrear el mundo de Zaratustra, un personaje que se construye basado en Zoroastro, quien instituyó unas filosofías relacionadas al humano en el mundo árabe hace ya más de 3000 años.

La figura de este es mítica pues está rodeada de un halo de misterio debido a lo poco que se sabe de él, Nietzsche lo retoma como si fuera una especie de Jesús o de profeta que llega al mundo de las masas humanas con mensajes que van mas allá del bien y del mal.

El tema de la moral en Nietszche es ampliamente tratado en obras como Humano Demasiado Humano (1878) y Más allá del Bien y del Mal (1886).

Zaratustra baja al pueblo de los hombres después de diez años de aislamiento y les habla a los ciudadanos enseñando su doctrina moral cargada de ironía, belleza, tragedia, comedia y misticismo. Este autor logra incorporar particular personalidad a el predicador de sus ideas. No obstante Zaratustra en una ocasión habló así a las personas:

"Voy a hablarles de lo más despreciable: "el último hombre". Es tiempo de que el hombre fije su propia meta. Es tiempo de que el hombre plante la semilla de su más alta esperanza. Todavía es bastante fértil su terreno para ello. Mas algún día ese terreno será pobre y manso, y de él no podrá ya brotar ningún árbol elevado. ¡Ay! ¡Llega el tiempo en que el hombre dejará de lanzar la flecha de su anhelo más allá del hombre, y en que la cuerda de su arco no sabrá ya vibrar!

Yo os digo: es preciso tener todavía caos dentro de sí para poder dar a luz una estrella danzarina. Yo os digo: vosotros tenéis todavía caos dentro de vosotros. ¡Ay! Llega el tiempo en que el hombre no dará ya a luz ninguna estrella. ¡Ay! Llega el tiempo del hombre más despreciable, el incapaz ya de despreciarse a sí mismo. ¡Mirad! Yo os muestro el último hombre. “¿Qué es amor? ¿Qué es creación? ¿Qué es anhelo? ¿Qué es estrella?” así pregunta el último hombre, y parpadea."

Quienes representan a los últimos hombres son los “hombres buenos”, quienes vendrían siendo las personas absorbidas por el sistema, los practicantes de la ética indolora. En este grupo demográfico se encuentran las personas que repudian la individualidad responsable puesto que están entregados a la creencia en que el sistema es el que debe dictar modos de ser como imperativo categórico para mantener el equilibrio social.

El seguir las prescripciones generalizadas es lo que los hace “buenos”.

Nietszche parece profético cuando anuncia una necesidad de reivindicación del humano con las altas esperanzas sembradas en un terreno que cada vez se hace más pobre. Es como si describiera nuestro riesgo ecológico de convertir el mundo en un desierto químico. Por otro lado, la esperanza de la que habla el filósofo es la de creer en un futuro mejor para la humanidad incluso en la época del sinsentido; cuando afirma que es necesario llevar el caos dentro para dar a luz una estrella, señala por un lado el estado intelectual imperfecto del hombre colectivamente. El caos que es evidente es la perversidad del sistema y sus productos de miseria humana.

Por otra parte, señala al individuo como el lugar caótico del que surge la estrella del saber renovado, el individuo que es un microcosmos dentro de las masas y expresa en escala subjetiva los modos de actuar de la sociedad.

Para Nietszche el individuo perfecto viene representado por Zaratustra, quien a pesar de ser profético, es tan solo un humano que se ha apropiado del conocimiento, que sienta posturas críticas acerca de las creencias, que convive con su lado instintivo y lo usa para entender la vida. Cuando Zaratustra habla del desprecio al hombre no lo dice en un sentido misantrópico, incluso a lo que realmente se refiere es a tender el puente para la llegada del superhombre, a servir a la causa de construir una mejor humanidad diferente para el día de mañana.

El superhombre es un ideal Niestzcheano que representa la superación de las arcaicas tradiciones culturales del ser humano, para evolucionar a una era en que se implemente el entendimiento y las características adquiridas debido al trabajo evolutivo de nuestros ancestros.

La superación de la fase humana primitiva de nuestra línea filogenética por medio de la creación de un hombre intelectual es lo que Friedrich soñaba.

Zaratustra es una obra excelente para aquellos que desean entender la filosofía de Nietszche. Es una bibliografía útil para entender la vida desde una perspectiva individualista. Sin embargo, a lo que se alude en este texto es a un sentimiento que más allá de la razón. Es a experimentar el mundo poético que elabora el autor alrededor de la apropiación activa de la vida en medio de la soledad, como un espacio para encontrarse con la esencia interior.

Un espacio de resistencia y redefinición de valores que deben ser actualizados en respuesta a motivaciones de una búsqueda superior a partir de la perspectiva particular y constructiva del lado progresista y soñador del hombre.

Es por lo anterior y por varias razones que leer a Nietszche resulta una joya en medio de la soledad. No obstante una de sus frases se ha convertido en un lema característico de la individualidad:

“El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo”

¿Por qué una soledad mal administrada puede convertirnos en nuestra peor versión de individualista?

En los tiempos actuales es impresionante la cantidad de personas que viven solas tanto en áreas urbanas como rurales, esta situación se ha convertido en un problema debido a varias situaciones de riesgo a las que se enfrentan las personas solas. Una soledad mal administrada puede llevarnos al fracaso.